Según datos proporcionados hoy por Frigo, que acapara el 23% de la producción total de helado en España, la compañía espera vender 47 millones de litros durante la temporada estival 2005, lo que representará un aumento del 3% en facturación respecto a los 170 millones de euros del año pasado.

La estacionalidad es una de las pricipales características de este producto. El mercado heladero español es uno de los más afectados de Europa por este factor, característica que comparte con otros países mediterráneos.

Las altas temperaturas y las vacaciones enmarcan las fechas de mayor consumo entre la última semana de junio y mediados de agosto, periodo en el que se concentran el 25% de las ventas totales anuales. Durante los fines de semana se venden el 80% de los helados, aunque las cifras difieren bastante de una región a otra, ya que cuanto más cerca se vive del mar, más se consume.

Aunque este año se esperan mejores resultados que los de 2004, el consumo medio de helados en España, que se traduce en 10 litros por persona al año, está lejos de las cifras que se registran en los países nórdicos, donde cada ciudadano consume una media de 25 litros.