En su trabajo, Pamela Peeke asegura que una exposición crónica al estrés puede conducir a perjudiciales subidas de peso en mujeres y hombres de mediana edad.

Peeke explica el proceso en su libro "Combatir la grasa después de los cuarenta", en el que señala que la hormona del estrés estimula los receptores eseciales de las células en el abdomen para que acumulen la grasa.

Según la autora, las personas estresadas almacenan más grasa que las calmadas y relajadas, además de presentar un peor estado mental. Una de las soluciones podría ser la relajación, aunque la mejor forma de combatir el estrés es a través de la betaendorfina, que se produce durante el ejercicio físico y que bloquea la hormona del estrés.