En la encuesta participaron 400 personas, de las que un 90% afirmó que los "okupas" eran los peores vecinos, mientras que para el 63% lo eran los estudiantes, y su presencia en el vecindario podría reducir el valor de una vivienda hasta el 16% en el primer caso y hasta el 10% en el segundo.

El coste de una vivienda media en Gran Bretaña se sitúa en torno a 250.000 euros, por lo que tener vecinos estudiantes podría rebajar su precio hasta 25.000 euros, y en el caso de los "okupas" hasta 40.000 euros.

Las principales quejas que expusieron los participantes en la encuesta con respecto a los estudiantes fueron que arrojaban basuras, ponían la música alta y causaban ruidos hasta altas horas de la noche.

Las familias con hijos adolescentes ocuparon el tercer lugar en la lista de moradores menos deseados en los vecindarios, por los portazos, discusiones y aficiones de los jóvenes como tocar la batería, seguidos de los que compartían piso, por su activa y ruidosa vida social.

En cambio, pensionistas, solteros y parejas sin hijos incrementaban el valor de las viviendas, en el caso de estos últimos, hasta en un 4%.

El estudio del portal inmobiliario ha suscitado la reacción del Sindicato Nacional de Estudiantes y la Asociación de Agentes Inmobiliarios del Reino Unido, quienes consideran que hace una generalización injusta con respecto al comportamiento de los estudiantes.