Salud

Un estudio analiza el estado de salud de los migrantes y muestra la utilidad de un sistema electrónico de recogida de datos para atender su salud

MADRID
SERVIMEDIA

El registro electrónico personal de salud es una herramienta valiosa para recoger datos relacionados con la salud de las poblaciones migrantes y atender mejor a sus necesidades. Esta es la conclusión de un estudio liderado por ‘ISGlobal’, centro impulsado por la Fundación ‘la Caixa’, en colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que proporciona un retrato del estado de salud de la población migrante y refugiada que llegó al sur de Europa entre 2016 y 2019.

La migración es, en palabras de sus autores, un fenómeno complejo y creciente a nivel mundial, influenciado por factores geográficos, socioeconómicos y políticos. Así, destaca que más de 120.000 personas migraron a Europa en el 2019, principalmente de países africanos y asiáticos, y entre 2015 y 2019 la principal ruta de migración fue la del Mediterráneo oriental, debido al gran número de refugiados de la guerra civil en Siria.

Asimismo, señaló que, ya en el 2016, Naciones Unidas subrayó la importancia de atender a las necesidades en salud de las poblaciones migrantes y refugiadas, ofreciendo atención en los países de llegada, tránsito y destino. “Pero para atender sus necesidades primero hay que saber cuáles son, y para ello necesitamos disponer de datos fiables, completos y comparables”, comenta la líder del grupo de investigación sobre salud y migración en ISGlobal, Ana Requena.

Con este objetivo en mente, la OIM desarrolló un registro electrónico personal de salud (ePHR) y lo implementó en ocho países de Europa del sur (Bulgaria, Croacia, Chipre, Eslovenia, Grecia, Italia y Rumania). El registro permite recoger datos de las personas recién llegadas a los centros de acogida y que buscan o necesitan atención médica.

En este estudio, Requena y colegas de Londres y de la OIM usaron el ePHR para hacer un diagnóstico del estado de salud de las personas migrantes y refugiadas que fueron atendidas en clínicas de los centros de acogida en seis de estos ocho países, entre enero 2016 y octubre 2019. Analizaron datos recogidos de un total de 14.436 individuos de 92 nacionalidades diferentes. El 75% de ellos eran refugiados y más de la mitad provenían del sur de Asia (Afganistán, Pakistán o Siria).

Los resultados mostraron que se trata de una población joven y en general sana, y que las infecciones agudas son lo más común - infecciones respiratorias o cutáneas en la población infantil, y VIH o tuberculosis en la población adulta. También reflejaron una carga menor pero considerable de condiciones crónicas, como por ejemplo diabetes mellitus, y en menor grado, lesiones físicas y problemas de salud mental.

“Este estudio proporciona un retrato del estado de salud de la población migrante, y altamente vulnerable, que llegó al sur de Europa entre 2016 y 2019”, señaló Requena, quien apuntó asimismo, que “es una herramienta muy útil para recoger datos de manera eficaz en centros de acogida que no suelen estar bien equipados”.

Además, el uso del registro electrónico en poblaciones móviles permite transferir la información médica a otros centros o países, y evitar así duplicar pruebas o intervenciones en dicha población.

“Desafortunadamente, la actual situación de refugiados de Ucrania nos muestra que garantizar la salud de las poblaciones refugiadas o migrantes es un reto constante”, concluyó Requena.

(SERVIMEDIA)
30 Mar 2022
SDM/gja