Debido a este aumento a corto y medio plazo, se impondrán unos controles más estrictos y el número de plantas térmicas de tratamiento de residuos para obtener energía pasará de las 295 actuales hasta 474.

En 1999, el volumen de negocio que movieron las plantas de incineración en los países europeos se situó en 62.000 millones de pesetas, aunque en el 2006 se prevé que descienda hasta los 51 millones. En cuanto a la gestión municipal de residuos, en 198 facturó cinco billones de pesetas, mientras que se estima que llegará a los 5,75 billones en el 2005.

El informe apunta una tendencia al alza de las actividades de separación de los desechos y de su tratamiento térmico y biológico, junto a un descenso de los vertidos y un aumento del reciclaje.

Por otra parte, la adhesión de los países del Este a la UE, con la reciente privatización y profesionalización de estos servicios, convertirán a este sector en el de mayor potencial de crecimiento, aunqu la burocracia, la escasez de fondos y las características regionales dificultan el acceso de las empresas occidentales a estos mercados.