Andalucía

Un estudio revela que las ranas del Pleistoceno se hacían más grandes cuando el clima era más adverso

MADRID
SERVIMEDIA

Un equipo multidisciplinar de científicos ha estudiado el tamaño de las ranas que vivieron en Orce (Granada) en el pleistoceno, hace 1,5 millones de años y su investigación ha puesto de manifiesto que sus cuerpos aumentaban de envergadura cuando las condiciones climáticas se volvían más adversas ya que, con el frío y la aridez, las ranas deben almacenar energía, soportar las bajas temperaturas y aumentar su fertilidad.

Se trata de un trabajo que ha sido liderado por los investigadores Almudena Martínez-Monzón y Hugues A. Blain en el marco del ‘ProjectORCE’, coordinado por la Universidad de Granada (UGR) y dirigido por el investigador de su departamento de Prehistoria y Arqueología, Juan M. Jiménez-Arenas. El trabajo está disponible en la prestigiosa revista ‘Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology’.

“Cuando pensamos en los animales que habitaron Orce hace 1,5 millones de años, a nuestra mente vienen titánicos mamuts, imponentes hipopótamos, fieros tigres con dientes de sable, astutas hienas, etc. Todas estas especies se han extinguido. Sin embargo, ranas, culebras, lagartos, etc. han sobrevivido a los múltiples cambios climáticos. De hecho, la protagonista de nuestra investigación, la humilde rana común (Pelophylax perezi), sería tan común -o quizás más- en los albores de la presencia humana en Europa como en la actualidad”, explicó Jiménez-Arenas.

En este sentido, la UGR recordó que en los últimos años, muchos trabajos científicos han puesto de manifiesto la capacidad de adaptación de los anfibios y reptiles definiéndolos como excelentes indicadores de los cambios ecológicos y climáticos que ocurren en los ecosistemas. Este estudio se ha dirigido en la misma línea, ya que ha descubierto que en los yacimientos de Orce (Granada), mundialmente conocidos por sus relevantes aportaciones al campo de la evolución humana, el estudio de estos pequeños vertebrados es de vital importancia para establecer el contexto climático y ecológico de los ecosistemas que habitaron nuestros antepasados. Así, explicaron que los cambios en el tamaño de los anfibios, concretamente de la rana verde, la más presente en estos yacimientos reflejan los cambios climáticos y ambientales que ocurrieron durante el Pleistoceno, un periodo clave para el estudio de la evolución humana.

Para poder analizar el tamaño de estos anfibios, los investigadores estudiaron los húmeros fósiles de ranas verdes (P. perezi) recuperados mediante el proceso de lavado de sedimentos procedentes de los yacimientos de Orce. Gracias a la toma de medidas de este hueso, los científicos han podido reconstruir el tamaño que tendrían las ranas que habitaron los lagos de la zona al mismo tiempo que lo hacían los primeros humanos.

En el caso de los yacimientos de Orce, explicaron que, durante los periodos en los que el clima es frío y seco y las ranas tienen pocos recursos a su alcance, aquellas que son más grandes son capaces de almacenar más energía, soportar las bajas temperaturas y aumentar su fertilidad, ya que las ocasiones para reproducirse escaseaban y se priorizaba la calidad de los huevos de cara a que los renacuajos sobrevivieran.

RANAS MÁS GRANDES

“Sin embargo, durante los periodos más favorables (cálidos y húmedos) en los que hay más recursos, las ranas no necesitan tener un gran tamaño y pueden invertir toda su energía en reproducirse en más ocasiones. En este caso, se prioriza la cantidad de huevos que se pueden poner durante la época de reproducción y no la calidad de los mismos. Además, durante estos periodos de abundancia los ecosistemas son más húmedos y ricos en especies vegetales por lo que las ranas no necesitan ser grandes para conservar la humedad. En cambio, cuando el clima es más seco, una mayor relación superficie-volumen disminuye la pérdida de agua por evaporación, favoreciendo así a los individuos de mayor tamaño”, señaló a este respecto Martínez-Monzón, en comparación con los periodos invernales.

“En resumen, el estudio de la diversidad y del tamaño de los anfibios nos sirve para complementar y confirmar los resultados de las reconstrucciones paleoclimáticas y paleoambientales tan importantes para establecer el contexto de este y otros yacimientos arqueo-paleontológicos además de para comprender mejor los procesos adaptativos de estos vertebrados”, concluyó el director del ‘ProjectORCE’.

(SERVIMEDIA)
17 Ene 2022
SDM/gja