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Un estudio revela el vínculo entre el cuidado del cabello, la autopercepción y el bienestar personal

MADRID
SERVIMEDIA

TRESemmé, marca especializada en el cuidado del cabello de Unilever, ha impulsado, junto a Ipsos Digital, un estudio que analiza hasta qué punto el cabello influye en la conformación de la autopercepción de hombres y mujeres, funciona como reflejo de la identidad personal y se convierte en un elemento clave en momentos vitales.

La encuesta, realizada a más de 800 personas de entre 18 y 65 años en todo el territorio nacional, confirma que el cabello es mucho más que una elección estética: es un factor central de la autopercepción y una extensión de las emociones, además de una herramienta de expresión y empoderamiento personal.

El estudio revela que el 83 % de las mujeres asocia el cuidado del cabello con bienestar y equilibrio emocional. Para muchas, cuidar su cabello no es solo una rutina de belleza, sino una manera de sentirse bien consigo mismas. El 50% considera fundamental seguir una rutina de cuidado, y el 82% asegura que tener un 'buen día de cabello' influye directamente en su estado de ánimo. Aunque los hombres lo expresan con menor intensidad (24%), ambos coinciden en que el cabello tiene un impacto positivo en su bienestar diario.

En cuanto a los hábitos de los españoles respecto al cuidado capilar, el 76% de las mujeres se lava el cabello cada dos o tres días y dedica entre 10 y 20 minutos a su cuidado. En el caso de los hombres, el 50 % lo hace a diario, aunque invierte menos de 10 minutos. Además, la mayoría (83 %) gasta menos de 50 euros al mes en productos capilares, priorizando la calidad y la funcionalidad frente al precio.

Ocho de cada diez personas (83%) sienten que su cabello refleja los cambios personales o emocionales que han vivido. El 69% afirma haber cambiado de peinado, color o corte tras un momento importante —como una ruptura, un embarazo o un nuevo comienzo—, un gesto que va más allá de la estética y simboliza cerrar una etapa para iniciar otra. De hecho, el 78% de las mujeres reconoce haber cambiado de look tras un momento clave de su vida, frente al 59% de los hombres.

Durante las etapas más sensibles —como el embarazo, la maternidad reciente o una ruptura—, el cuidado del cabello también adquiere un papel emocional relevante. Entre las mujeres más jóvenes (de 18 a 25 años), el 58% afirma que cuidar su cabello les ayuda a mantenerse cuidadas y en control, una manera de reafirmarse en momentos de cambio. En contraste, entre las mujeres de mayor edad (de 56 a 65 años), esta proporción desciende al 36 %, reflejando una mayor serenidad y aceptación. Para ellas, el autocuidado capilar sigue siendo importante, pero ya no define tanto su bienestar emocional.

El estudio revela una clara evolución generacional en la relación con el cabello. Entre las mujeres más jóvenes (de 18 a 25 años), el 44 % afirma que su forma de cuidarlo está influida por su entorno cercano, profesionales o redes sociales, mientras que entre las más mayores (de 56 a 65 años), el 71 % asegura haber desarrollado su rutina por descubrimiento personal. Una diferencia que refleja cómo el vínculo con el cabello pasa de la búsqueda de inspiración a un gesto de confianza y equilibrio con los años.

Esta madurez también se manifiesta en la manera en que se asumen los cambios naturales del cabello. El 47 % de las mujeres jóvenes percibe las canas o los cambios de textura como algo natural, frente al 53 % de las más mayores, que lo viven como una expresión de experiencia y aceptación. En ambos casos, el cabello se mantiene como un símbolo de identidad y autoestima.

Las redes sociales y los entornos laborales influyen cada vez más en cómo las personas cuidan y muestran su cabello. Un 71 % reconoce que los contextos sociales o las redes tienen un papel en su forma de presentarse, aunque la mayoría lo vive como una fuente de inspiración y no como presión. El 59 % de las mujeres y el 46 % de los hombres admiten haberse sentido influenciados por las redes. En cambio, el 59 % asegura inspirarse en ellas sin dejar de lado su propio criterio.

Las diferencias por género también son reveladoras: las mujeres sienten más la influencia de los entornos profesionales (33 % frente al 20 % de los hombres), mientras que ellos destacan más la influencia de las redes (47 % frente al 41 %). Una tendencia que pone de manifiesto que las redes impulsan la inspiración, pero no definen la identidad.

El 43% de las mujeres lo considera una fuente de bienestar, el 35% una forma de expresar su identidad y el 22% un elemento de empoderamiento. Además, el 27% reconoce que los contextos sociales influyen en su forma de cuidarlo y mostrarlo, especialmente en entornos laborales. Durante los momentos difíciles, el cabello actúa como un apoyo emocional que ayuda a recuperar la seguridad y el equilibrio personal.

“En TRESemmé creemos que el cabello es una parte esencial de cómo nos mostramos al mundo, pero también de cómo nos sentimos por dentro. Cuidarlo no es solo una cuestión estética, sino una forma de expresión, de bienestar y de conexión con uno mismo. A través de este estudio queremos comprender mejor esas emociones y acompañar a las mujeres en todas las etapas de su vida, inspirándolas a sentirse seguras, auténticas y orgullosas de quiénes son”, señala Diana Palomino, responsable de marketing de TRESemmé.

(SERVIMEDIA)
23 Oct 2025
s/gja

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