El cuerpo se encontró suspendido del tubo de la cisterna situada en la celda con las manos sujetas por el cordón de un zapato aunque sin nudo de sujeción.

El preso dejó una carta en la que pedía que se entregaran sus pertenencias a otro preso etarra. Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de esta muerte

Hernando, de 35 años de edad, cumplía 6 años de condena por un delito de colaboración con banda armada y sólo le restaban 3 para salir en libertad.

El cadáver se encuentra en estos momentos en el tanatorio municipal de Albacete donde le será practicada la autopsia para determinar las causas de su muerte.

El juez de guardia ha ordenado que la familia del etarra no vea el cadáver hasta que el forense no haya terminado su trabajo. Los familiares de Hernando se encuentran de viaje para hacia Alacete para cargo del cuerpo.