El Eurosistema confirmó este jueves, en un comunicado, “la conclusión satisfactoria” de la fase de preparación, que arrancó en noviembre de 2023 y sentó las bases para la emisión de un euro digital.

La decisión del Consejo de Gobierno se alinea con la solicitud de los líderes europeos de acelerar el progreso hacia el euro digital, con la intención de que sirva para preservar “la libertad de elección y la privacidad de los europeos” y proteger “la soberanía monetaria y la seguridad económica de Europa”.

Asimismo, promoverá la innovación en los pagos y contribuirá a que los pagos europeos sean competitivos, resilientes e inclusivos.

El Eurosistema se centrará en desarrollar los preparativos con flexibilidad, para responder a la petición de los líderes europeos, que demandan que la moneda digital esté lista cuanto antes. No obstante, el proceso legislativo no ha terminado todavía.

La decisión definitiva del Consejo de Gobierno del BCE sobre si se emitirá o no un euro digital, y en qué fecha, se tomará después de que se haya adoptado la legislación.

Asumiendo que los colegisladores europeos adopten el reglamento relativo a la instauración del euro digital en 2026, el ejercicio piloto y las operaciones iniciales podrían realizarse desde mediados de 2027.

El Eurosistema en su conjunto debería estar preparado para una posible primera emisión del euro digital en 2029, como recordó en su comunicado.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, recalcó que se está trabajando “para que su forma más tangible, el efectivo en euros, se adecúe al futuro”, para lo que se están rediseñando y modernizando los billetes, y preparando al sistema para la emisión del efectivo digital.

El euro digital complementará al efectivo y ofrecerá ventajas como la simplicidad, privacidad, fiabilidad y disponibilidad en toda la zona del euro a los pagos digitales.

Además del reglamento relativo a la instauración del euro digital, el BCE apoya también la propuesta de la Comisión Europea de reforzar el derecho a pagar con efectivo.

PROCESO DEL EURO DIGITAL

El Eurosistema se centrará en una preparación técnica, seguida de una participación del mercado, que culminará con el apoyo al proceso legislativo.

El miembro del Comité Ejecutivo del BCE y presidente del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre un euro digital, Piero Cipollone, detalló que este proyecto no es sólo técnico, sino que lleva detrás “un esfuerzo colectivo para asegurar el futuro del sistema monetario de Europa”.

Cipollone agregó que el euro digital permitirá a los ciudadanos disfrutar de las ventajas del efectivo también en la era digital y reducirá los costes para los comerciantes.

Los pasos que siguen ahora se centrarán en alinearse con el proceso legislativo y se articularán en módulos para permitir un progreso gradual y limitar los compromisos financieros.

El coste final de un euro digital, tanto de su desarrollo como de su funcionamiento, dependerá de su diseño final, incluidos los componentes y servicios relacionados que deban ponerse a punto.

No obstante, se estima que los costes de desarrollo totales ascenderán a 1.300 millones de euros hasta la primera emisión, que se espera para 2029. Ese año, los costes operativos anuales serán, aproximadamente, de 320 millones de euros.

El Eurosistema asumiría esos costes, como ya hace con los de producción y emisión de billetes en euros que, como el euro digital, son un bien público. Al igual que en el caso de los billetes, se espera que estos costes se compensen con el señoreaje generado, incluso si las tenencias de euros digitales fueran pequeñas en comparación con los billetes en circulación.