Romero ha tachado de maliciosa la actitud de algunos vecinos de Gibraleón, a los que ha acusado de "no desear la paz y la convivencia bajo ningún concepto, porque han declarado la guerra a otro sector de los ciudadanos, y no hay derecho a ello".

El ex alcalde considera que la calma no ha vuelto todavía al municipio tras los violentos incidentes qe generó la intención de la AMA andaluza de instalar la planta de residuos industriales en la finca "Belmonte".

El proyecto de la Junta de Andalucía dividió a la población entre los partidarios de la construcción y los detractores de la misma, que temían que la planta creara problemas de contaminación.

Los opositores a la iniciativa de la AMA mantuvieron duros enfrentamientos con los ediles socialistas, que gobernaban el municipio.

Finalmente, el alcalde y los concejales del PSOE dimitieronse nombró una comisión gestora presidida por el propio Antonio Romero.

Ante la tensa situación creada entre los vecinos y políticos de la localidad por el polémico proyecto, el Gobierno Civil de Huelva designó a dos funcionario de la Benemérita como guardaespaldas del presidente de la comisión gestora, en tanto que la Junta de Adalucía decidió no construir la planta de residuos industriales.

Sin embargo, Romero ha asegurado que "hay un sector de la población que permanentemente está intentando amar follón, y hay muchas personas que aún se niegan a entrar en el lugar donde yo esté, en señal de desprecio, pero esto es síntoma de la incultura e ignorancia que tienen algunos habitantes de este pueblo".