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Alberto Reyero, exconsejero de Servicios Sociales de Madrid, asegura en ‘Morirán de forma indigna’ que se "condenó" a la muerte en residencias a muchos mayores en la pandemia

MADRID
SERVIMEDIA

El exconsejero de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid Alberto Reyero ha publicado ‘Morirán de forma indigna’ (Libros del KO), un libro en el que asegura que los protocolos que se aplicaron en la región durante la pandemia de covid-19 impidieron el acceso de muchos residentes a los hospitales, condenándoles a una muerte “en condiciones indignas.”

El libro se presentará mañana martes, a las 19.00 horas, en el Centro Cultural La Corrala de Madrid. Cuando en 2019 se formó en la Comunidad de Madrid un gobierno de coalición entre el Partido Popular y Ciudadanos, Alberto Reyero, que pertenecía a Cs, fue nombrado consejero de Políticas Sociales pero explica que los desencuentros y la decepción con sus compañeros de gobierno por la manera en la que estaban gestionando la pandemia del coronavirus le llevaron a presentar su dimisión en octubre de 2020.

En el libro asegura que en la Comunidad de Madrid murieron miles de mayores en las residencias durante la pandemia de covid-19 y que la cifra podría haber sido inferior "de no haberse aplicado unos polémicos protocolos que impidieron el acceso de muchos residentes a los hospitales".

Durante aquellas “terribles” semanas, Reyero, que como consejero de Políticas Sociales era la máxima autoridad en las residencias de la región, dice que se “desgañitó” pidiendo ayuda y denunciando las dramáticas consecuencias de estos protocolos pero sostiene que sus compañeros en el Gobierno del Partido Popular le ignoraron.

En este libro, el exconsejero realiza un ejercicio “voluntario” de rendición de cuentas y relata la intrahistoria de cómo se tomaron aquellas decisiones.

Explica que “alguien que ha tenido responsabilidades durante la crisis y que ha tomado decisiones durante la misma tiene el deber moral de compartir su actuación y de mirar a la cara a los ciudadanos”.

“No comparto”, argumenta, “ese estado de anestesia, como si por el hecho de que los fallecidos estuvieran en sus últimos años de vida resultara inevitable que murieran. Porque no es verdad. Perdieron la vida cuando no les tocaba. Que eso no se nos olvide nunca. Tenían el mismo derecho a la atención médica que todos los demás”.

(SERVIMEDIA)
03 Oct 2022
s/gja