UN EXPERTO DEL MINISTERIO DE ECONOMIA CALIFICA DE "AVENTURADA" LA PREVISION OFICIAL DE INFLACION

MADRID
SERVIMEDIA

Las previsiones oficiales de inflación para 1991 resultan "un tanto aventuradas" al haberse realizado sin conocer el desenlae de la guerra del Golfo, según Nicolás Carrasco, consejero técnico de la Subdirección General de Análisis del Mercado Laboral, dependiente del Ministerio de Economía.

En su opinión, el objetivo de situar la inflación en el 5 por cien a fin de año exige no sólo moderación salarial sino también que no se produzcan sorpresas negativas en los precios de los crudos y en los alimentos sin elaborar. En ese caso, el objetivo establecido por el Gobierno "puede ser alcanzable".

Estas son las principales cnclusiones de un informe sobre "La inflación en 1990 y perpectivas para 1991", publicado por este experto del Ministerio de Economía en el último número del Boletín de Información Comercial Española.

Carrasco recuerda que la inflación prevista para España por la CE es del 6,5 por ciento de media, mientras que la OCDE la sitúa en el 6,2 por cien si hay moderación salarial y el 6,7 si no la hay.

A su juicio, la inflación subyacente podría crecer este año un 5,5 por ciento de media, gracias a que lo beneficios empresariales y los precios industriales no experimentarán presumiblemente alzas significativas.

También juega en sentido positivo respecto al año anterior el hecho de que las cláusulas de salvaguarda pactadas en los convenios tendrán un efecto pequeño, al haber sido inferior que en el 89 la desviación del IPC respecto a la previsión oficial.

LAS DIFICULTADES

Entre las dificultades para lograr el objetivo de inflación figura el que cualquier avance significativo contra ella "pasa neesariamente por una reducción importante del crecimiento de los precios en el sector servicios".

Sin embargo, este sector es el menos afectado por las medidas de enfriamiento y es, por el contrario, muy sensible al incremento de los costes laborales, por lo que la reducción de sus precios requiere de la moderación salarial.

Pero la mayor incógnita planteada a la hora de establecer una previsión de inflación en la actual situación es la guerra del Golfo. A juicio de Carrasco, "las previsiones realzadas sobre la inflación para 1991, sin conocer el desenlace de la guerra del Golfo, resultan, en estos momentos, un tanto aventuradas".

No obstante, si se consigue situar la inflación subyacente en el 5,5 por ciento y "además no se producen sorpresas negativas en los precios de los crudos y en los alimentos sin elaborar, dentro de su grado de erraticidad, el objetivo del 5 por ciento establecido por el Gobierno puede ser alcanzable".

(SERVIMEDIA)
22 Feb 1991