EXPERTOS EN ENERGIA NUCLEAR ASEGURAN QUE EL SUCESO OCURRIDO EN LA JEN EN 1970 APENAS OCASIONO CONTAMINACION RADIACTIVA

- Greenpeace considera"increíble" que no se realizaran estudios epidemiológicos

MADRID
SERVIMEDIA

El suceso ocurrido en 1970 en las antiguas instalaciones de la Junta de Energía Nuclear (JEN), en la avenida Complutense de Madrid, liberó muy poca contaminación radiactiva al medio ambiente y no tuvo incidencia sobre la salud de las personas, según los expertos en energía nuclear consultados por Servimedia.

Uno de ellos, José María Aragonés, catedrático de Física Nuclear en la Universidad Politécnica de adrid, trabajaba en la JEN cuando sucedieron los hechos.

José María Aragonés niega que se ocultara a la población la existencia del escape de sustancias radiactivas, que terminaron en el cauce del Manzanares y llegaron al río Tajo. "Muchos de los periódicos de la época se hicieron eco del suceso e informaron del mismo", recuerda el profesor Aragonés.

Aunque reconoce que "en un principios hubo algún titubeo, los responsables de la JEN informaron puntualmente del escape y actuaron con rapidez".

Según José María Aragonés, se tomaron numerosas medidas en suelos y cultivos para conocer los niveles de radiactividad a que habían sido expuestos. "Se retiraron todos los cultivos y lodos en los que se detectaron niveles más altos, aunque éstos no fueran importantes", explicó, "y se depositaron en zonas donde no existía riesgo alguno".

"El suceso", manifestó, "no tuvo ningún tipo de consecuencias negativas. La que debió recibir la persona más expuesta en el peor de los casos seguro que fue la milésia parte de la dosis que se recibe por la radiactividad natural".

El profesor Aragonés señaló que las pequeñas cantidades que se vertieron al medio ambiente de Estroncio-90, Cesio-137 o Reutenio-106 no son sufucientes para provocar siquiera un atisbo de alarma.

"NULO CONTROL"

Por el contrario, Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace, señaló que el incidente "demuestra una vez más que no se ejerce el suficiente y adecuado control sobre los sucesos nucleares".

Bravo señaló que "lo que resulta inreíble es que a pesar de que se superaron en miles de veces los límites pemitidos no se realizara un seguimiento de los efectos que sin duda tuvo sobre el medio ambiente y las salud de las personas".

Asimismo, destacó el "importante poder contaminante" de los elementos radiactivos que se liberaron a los cauces fluviales del Manzanares, Jarama y Tajo.

"La vida media del plutonio", agregó, "es de 24.580 años, mientras que el Estroncio-90 tiene 28,1 años de vida media y el Cesio-137 se sitúa en 30 aos".

El portavoz de Greenpeace indicó que la ingestión de algunos de estos elementos afectan gravemente a los tejidos musculares y los huesos, pudiendo provocar la aparición de diversos tipos de cáncer en los consumidores de productos contaminados por ellos.

(SERVIMEDIA)
24 Oct 1994
GJA