En los pasillos del Congreso, Cascos ha dicho que trabaja para que ese texto sea el mejor de los posibles con arreglo al "conjunto de intereses" que están en juego.

El "número dos" del Ejecutivo ha bromeado con ls informaciones que le daban por muerto políticamente, porque ahora está coordinando la negociación con los socios en esta materia.

"A veces, eso que es semanal, habitual, se olvida y entonces me entierran. No tengo trabajo y estoy enterrado. Y otras semanas descubren que eso es un trabajo trascendental y ocurre esto que está pasando en este momento", añadió Cascos.

Al vicepresidente le "preocupa" el empeño de grupos como el IU por boicotear los cambios en la ley. "No descalifiquemos el procediminto porque una iniciativa determinada a un grupo determinado no le conviene que se modifique". Eso es "gravemente atentatorio" contra la actividad parlamentaria de los grupos.

Cascos no ha querido responder a las críticas de CiU sobre falta de previsión porque, desde julio, se ha ido trabajando sobre el mismo texto en reuniones de los grupos y no ha habido problemas hasta ahora.

Ha recordado que el origen de la Ley de Extranjería son tres proposiciones de ley y la tramitación parlamentaria es más"compleja". "Si luego, algún grupo quiere trasladar al Gobierno determinadas responabilidades para poder justificarse, no importa. A mí me interesa mirar al futuro".