Por ello, la central sindical hace un llamamiento a la calma "desde la resposabilidad que a todos nos atañe, especialmente a quienes hemos defendido la necesidad de una nueva ley".

En una nota de prensa, UGT señala que "los detractores de la Ley de Extranjería, aquellos que en su momento intentaron su bloqueo y ahora petenden su reforma -con el PP a la cabeza- deben estar frotándose las manos, pues la situación no podía ser más favorable a sus intereses: el mismo día en que entra en vigor la nueva ley, miles de inmigrantes, confundidos, se agolpan ante las oficinas de extranjería en todas las provincias, llegando a producirse incluso algunos incidente de orden".

"Si el partido del Gobierno está a disgusto con la actual ley, esto no puede traducirse en una apatía en su aplicación por parte del Estado, pues eso supon no respetar las reglas democráticas que permitieron su aprobación", señala la central sindical.