“Un punto de inflexión que pone énfasis en aquellos elementos que, de forma inherente, han sustentado y forjado la singularidad de su proyecto social y empresarial", explicó. El nuevo posicionamiento del proyecto con sede en la Garrotxa se argumenta “de manera sólida gracias a los atributos que más lo diferencian: su propósito como proyecto al servicio de personas en situación de vulnerabilidad (personas con trastornos mentales, discapacidad intelectual y otras en riesgo de exclusión), su compromiso como empresa social sin ánimo de lucro, su singular historia que arranca en las condiciones de vida de los hospitales psiquiátricos, su ubicación en el emblemático en torno La Fageda d’en Jordà y el gusto y calidad de sus productos”, añadió la entidad.

En el concepto ‘Extraordinaria diferencia’ La Fageda se reconoce como una marca que ha transcendido el mundo del producto y que encuentra en aquello extraordinario un territorio en el cual confluyen la misión, historia, sus valores, sus actividades empresariales como medio para generar puestos de trabajo para personas en situación de vulnerabilidad, y la calidad de sus productos. Con este nuevo concepto La Fageda identifica y pone nombre a sus elementos diferenciales y los comparte con la sociedad para invitarla a conocer el proyecto con más profundidad.

Esta nueva manera de explicar La Fageda se visualizará en una nueva imagen que quedará plasmada en el logotipo y en sus productos (yogures, helados y mermeladas) y dirigida a consumidores cada vez más conscientes que sus decisiones de compra tienen un impacto a la sociedad y al medio ambiente.

Este paso forma parte del proceso iniciado hace una década cuando se puso el foco al emprender una serie de acciones de gran relevancia para garantizar la perdurabilidad y sostenibilidad económica del proyecto. El proceso arrancó el 2013 con el plan de renovación y mejora de las infraestructuras y servicios, continuó con la potenciación de los órganos de gobierno, también al abrazar nuevos colectivos de personas en riesgo de exclusión del territorio haciendo un salto en su misión, y en la vertiente comercial, al expandirse desde este año en diferentes zonas de España.

Para la directora general adjunta La Fageda, Sílvia Domènech, “pensamos que el cambio que ahora se visualizará aporta mucha coherencia a la trayectoria de los últimos años, nos reconocemos mucho y confiamos que está a la altura de las expectativas de nuestros consumidores que decidiendo consumir La Fageda contribuyen a hacer que nuestro proyecto perdure”.

Domènech añade que “nos gustaría que nuestros consumidores y clientes, así como todas las personas que formen parte de la gran familia que hoy es La Fageda vivan esta extraordinaria diferencia”.

Durante el año pasado, La Fageda generó un valor económico de 30,4 millones de euros, un 8% más que el 2021, de los cuales 25,6 corresponde a las ventas.

PROYECTO

Empezando con un grupo de solo 14 personas al Claustro de Carme de Olot, Cristóbal Colón inició en 1982 este reto con la creencia que el trabajo es una herramienta terapéutica y un “elemento esencial en la vida de las personas”.

“Una filosofía que se ha solidificado con el paso del tiempo en un proyecto social que ha acontecido inspirador y que ha generado actividades empresariales de relevo que a su vez han posicionado una marca de prestigio dentro del sector del gran consumo”, concluyó La Fageda.