Según esta emisora, ese patrimonio incluye propiedades en Panamá, Gibraltar, Holanda o Portugal, 24 coches, varios camiones, 32 cuentas bancarias, más de 20 barcos y numerosas casas, pisos, fincas y terrenos, muchos de ellos a nombre de terceros.

Los testaferros Oubiña llevan nombres y apellidos de personas muy cercanas al clan, como son algunos de los hijos que el traficante ha tenido con sus dos esposas, Rosa María Carro y Esther Lago.

El propio Oubiña tenía a su nobre una casa en la calle La Pachea de Cambados, y un chalé en Lage, de Villagarcía de Arosa, donde vivía con Esther Lago y sus hijos. El precio de la construcción era de 58 millones.

Asimismo, el pazo Bayón, la `gran joya' del clan, experimentó un importante crecimiento en los últimos años, desde que Laureano Oubiña lo comprara al Banco Urquijo por 224 millones. De las 28 hectáreas iniciales se pasó a 63 tras las adquisiciones de parcelas colindantes, invirtiendo en la obra más de 1.500 millones, segú un informe elaborado por el Ministerio de Economía y Hacienda.