Congreso PP

Feijóo consagra su hiperliderazgo al frente del PP para jugarse su “última bala” contra Sánchez

- Aboga por ensanchar el partido desde el “centrismo” y cede a Ayuso todo el protagonismo en las críticas a Sánchez

- Despierta entusiasmo en el PP al empezar a librar “la batalla cultural” que le reclamaba el ala dura de su partido en feminismo e inmigración

MADRID
SERVIMEDIA

Alberto Núñez Feijóo cerró el Congreso Nacional del PP solo en el escenario, erguido frente a una hilera de banderas digitales de España y de Europa, con el himno nacional de fondo y la mirada fija en el horizonte. En la oscuridad de la primera fila del auditorio, unos diez escalones más abajo, la cúpula del partido lo observaba en pie y en silencio, encabezados por los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy y los barones de Madrid y Andalucía, Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno, respectivamente.

Fue la última imagen de un fin de semana en Ifema en el que el PP escenificó un cierre de filas en torno al hiperliderazgo del gallego. Y Feijóo se valió del aval de sus cuadros para moldear un partido a su medida y prepararlo para cuando tenga que disputarse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la carrera a La Moncloa.

La escenografía estaba milimétricamente calculada, según fuentes 'populares'. En otros cónclaves –con la excepción de los que ganaron Pablo Casado en 2018 y el propio Feijóo en 2022–, la nueva ejecutiva del PP siempre aparecía detrás del nuevo presidente del partido en el discurso de clausura. En esta ocasión, incluso se llegó a plantear la posibilidad de bajar la mesa del congreso del escenario para no interferir en la simetría de la imagen, pero se descartó por inviable.

En el entorno de Feijóo restaron importancia a la foto porque, en efecto, no implica per se un hiperliderazgo. Ese hiperliderazgo, alegaron, se construyó al concitar la unidad de todo el partido, aunque los casos de corrupción del Gobierno socialista han ayudado, entre otras cosas, a que Ayuso no levantara la voz contra el nuevo sistema de primarias y aplazara la negociación de “matices” que le preocupan a la vuelta del verano. “El hiperliderazgo no lo puedes conseguir si Rajoy o Aznar se niegan a venir, si Ayuso te complica la vida, o si Cayetana Álvarez de Toledo o Borja Sémper se quieren marchar del partido”, comentan desde el entorno de Feijóo.

Y se consolidó este domingo, en la clausura del cónclave, con la buena acogida que tuvo entre los mandos del partido su primer discurso como candidato a las elecciones generales, un mandato que revalidó el sábado con el 99,24% de los votos válidos. Cargado de contenido ideológico, el jefe de la oposición se plantó frente a quienes critican su indefinición, clarificó –un poco– su política de pactos y libró “la batalla cultural” que le exigía el ala dura del PP, despertando una gran ovación al verbalizar el endurecimiento de su posición en política migratoria o enmendar el feminismo que “criminaliza a todo el género masculino”.

PACTOS Y BATALLA CULTURAL

A la ovación provocada por su promesa de “reducir” la inmigración “ilegal” —que no irregular— en sus primeros 100 días de Gobierno, le siguió otra aún más estruendosa cuando anunció que solo impondrá un cordón sanitario a Bildu. No lo habrá ni para Vox, ni para el PSOE 'postsanchista', ni para el soberanismo.

Feijóo llevaba tiempo esquivando esta cuestión, pero en esta ocasión despejó buena parte de las dudas respondiéndose a sí mismo seis preguntas. No llegó a cerrar de forma explícita la puerta a un Gobierno de coalición con Vox, pero sí dejó claro que su voluntad es no tener ministros del partido de Santiago Abascal si logra llegar a La Moncloa. “Solo hay dos opciones: o Sánchez, o yo. No hay más. Y yo quiero un Gobierno en solitario, porque el único en coalición que ha habido hasta la fecha no ha funcionado. No quiero darle a mi país los mismos espectáculos que vemos cada martes en el Consejo de Ministros”, zanjó.

Feijóo se vistió de presidente, ese papel que ejerció durante 13 años al frente de la Xunta de Galicia con cuatro mayorías absolutas consecutivas, y despertó el entusiasmo de sus filas, el encargo que le hizo Aznar cuando convocó el congreso. El PP evitó entrar en asuntos sensibles que son, a su vez, debates abiertos en la sociedad, como el aborto, la eutanasia o los vientres de alquiler. Pero la militancia escuchó este domingo el programa que quería oír recitar a su líder.

EL VIAJE AL CENTRO 2.0

En paralelo, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, arremetía contra Sánchez. Este reparto de papeles no fue casual, se pactó entre los equipos de ambos líderes y será una tónica habitual en el nuevo PP de Feijóo, con el importante ascenso de los perfiles más duros. Mientras Miguel Tellado y Ester Muñoz, recién nombrados secretario general y portavoz en el Congreso, respectivamente, pronuncian un discurso mordaz contra el Gobierno de Pedro Sánchez en su momento de mayor debilidad, Feijóo venderá un perfil “presidencialista”. Varios dirigentes del partido recelan de esta estrategia porque ven “materialmente imposible” cuadrar el giro al centro con Tellado de 'número dos' o Álvarez de Toledo en la ejecutiva.

Aznar explicó la estrategia en la primera jornada del cónclave. Según auguró, “hará falta un capital político extraordinario” para echar a Sánchez de La Moncloa y, por eso, hace falta “concentrar” en las siglas de su partido “la confianza de una mayoría nacional ancha, a derecha e izquierda”. Feijóo le tomó la palabra y 24 horas después prometió “un cambio de raíz” tras el 'sanchismo' desde “la centralidad” política. El objetivo: lograr 10 millones de votos reeditando conocido “viaje al centro” con el que Aznar ganó a Felipe González las elecciones de 1996.

Feijóo intentó calmar este domingo a sus compañeros y les recordó que “hoy no acaba nada”, sino que “empieza todo”, y recordó que “la sonrisa” de las encuestas ya les costó un disgusto en 2023. En Génova ven a los afiliados como “motos” ahora que ha quedado demostrado que Sánchez no es “invencible” y se le ha acabado “la magia”, por lo que esperan que no se repita la escena. “Él representaba a las bases frente a Susana Díaz y ahora son las bases las que le mueven la silla”, comentan.

NUEVA ERA: “LA ÚLTIMA BALA”

Con nuevo equipo, nuevo ideario y nuevos estatutos a través de un cónclave de máxima paz orgánica, “el más tranquilo en 30 años”, según un líder territorial, Feijóo considera que este domingo el PP celebró “el acto fundacional de un nuevo tiempo”. No hubo cambios de liderazgo, pero sí de caras que cierran una etapa en el partido para arrancar otra.

El paso de atrás de Cuca Gamarra ilustra el fin de la primera etapa de Feijóo en el PP, en el que su tándem se encargó de levantar un partido que tocó fondo por la guerra entre Ayuso y Casado. Tres años después, Feijóo aprovecha su hiperliderazgo para colocar a Miguel Tellado de “general secretario” y romper todos los equilibrios históricos, dado que nunca hubo un binomio uni-territorial y menos con el “mando único” que asume el ferrolano, que será el primer ‘número dos’ con plenos poderes por primera vez en 17 años, con Ángel Acebes.

De la dirección salen Paloma García y Ana Alós, los perfiles menos mediáticos del organigrama, y entra Alma Ezcurra como vicesecretaria de Coordinación Sectorial y 'número tres'; Alberto Nadal para la Economía y Desarrollo Sostenible para hacer de 'gurú' económico de Feijóo, y Jaime de los Santos para liderar Educación e Igualdad tras varios años de choques frontales con el Gobierno en materia de feminismo. En el Comité Ejecutivo Nacional destaca también la entrada del diputado Sergio Sayas como uno de los perfiles más belicosos del partido.

(SERVIMEDIA)
06 Jul 2025
PTR/mmr