El objetivo prioritario de presentarse como un proyecto que “supere las ideologías” y que “busque la convivencia” tras cinco años con Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa “se ha cumplido”, señalaron a Servimedia desde Génova. “El voto útil se va a materializar”, dieron por seguro fuentes de la cúpula del principal partido de la oposición al cierre de la campaña.

Desde el inicio, el PP se planteó “trascender los colores políticos” y, hasta este viernes, se apeló a los simpatizantes de absolutamente todos los partidos en “un momento histórico”. Se invocó a los “socialistas no sanchistas”, a los de Vox que anhelan “un Gobierno fuerte”, a los que creyeron en la “nueva política” e incluso al nacionalismo y a los de Podemos que quieren arrinconar a Vox.

Feijóo rehusó en todo momento presentarse como ‘ticket’ de Vox y aseguró una y otra vez que quiere gobernar en solitario, sin por ello dejar de defender los acuerdos en enclaves como la Comunidad Valenciana y Extremadura ante la falta de otra alternativa. Es más, aprovechó todos estos días para recriminar al PSOE que haya conducido a este escenario.

En el PP posicionaron a Vox como “pinza” de Sánchez y aseguraron que ambos “comparten la estrategia” de querer impedir un Gobierno en solitario del PP, más todavía tras frustrar la investidura de Fernando López Miras en la Región de Murcia cuando el 28-M se quedó a tan solo dos diputados de la mayoría absoluta.

Pese al momento estival, Feijóo hizo una campaña tradicional, con una media de dos actos diarios y parada en todas las comunidades autónomas −salvo Canarias, que estaba agendada pero se suspendió por su lumbalgia y también por la evolución del incendio en La Palma−. “La calle está muy bien y se respira victoria”, subrayaron cargos del PP en diferentes momentos.

La campaña empezó “con el viento a favor” de las encuestas y terminó, según cargos de la dirección consultados por Servimedia, con la perspectiva de “seguir creciendo”. Los más cautelosos y los más optimistas coincidieron a la hora de señalar que el resultado será “potente” ante un Vox “menguante” y que, a su juicio, se ha visto como “la derecha ineficaz”.

En el PP se desató el entusiasmo después del cara a cara en el que Feijóo se vio ganador frente a Sánchez, a quien “el aura de presidente le ha desaparecido”. Ya en el siguiente debate, el que el líder del PSOE mantuvo con la candidata de Sumar, Yolanda Díaz, y con el de Vox, Santiago Abascal, “se dilucidaba quién estará al frente de la oposición”, sintetizaron en el PP.

Aunque la campaña estuvo marcada en ocasiones por esa euforia de los cargos del PP al verse triunfadores, también hubo llamamientos a la mesura para no caer en la desmovilización en plenas vacaciones de verano. Por ello, el partido incidió en la importancia de manifestarse en las urnas para lograr “un resultado inequívoco” e impedir un eventual “bloqueo” de Sánchez.

Precisamente, “romper la dinámica de bloques” y evitar que España vuelva a verse en esta situación es el anhelo del PP, un partido que “subió a costa de todos”, según Génova. Cómo pueda afectar la participación en pleno 23 de julio a este proceso electoral sigue siendo una duda que trasladaron en las filas del PP.

Ante un candidato socialista con la “credibilidad minada”, según dirigentes consultados, Feijóo garantizó que él no mentirá a los españoles y se presentó como la antítesis del actual jefe del Ejecutivo. Sí tuvo que reconocer, en sus propias palabras, una “inexactitud” al haber dicho que el PP siempre subió las pensiones conforme al IPC, lo que agitó a la izquierda contra él.

“Si este es el máximo error de la campaña…”, trasladaron desde Génova tras matizar el líder del PP que su partido no siempre revalorizó las pensiones a la par que el IPC. No obstante, según las fuentes consultadas por Servimedia, no se percibió a lo largo de campaña ningún bajón en “su tendencia positiva” y solo un “impulso” después del debate entre Feijóo y Sánchez.