Así lo anunció este viernes dicha asociación en un comunicado en el que explicó que dos de cada tres de los votos emitidos por sus socios y simpatizantes (64,6 %) han elegido al líder murciano y consideró “especialmente meritorio" alcanzar esta distinción "con mayoría tan abrumadora”.

A su entender, quienes le eligieron “han querido reconocer su infame gestión de los Servicios Sociales y del Sistema de Atención a la Dependencia” y le votaron “por tener los peores servicios sociales de toda España” y por ser Murcia la región “que peor gestiona la atención de la dependencia”.

En este contexto, la asociación afeó que López-Miras “clama contra quienes atentan contra la igualdad entre españoles y le indignan los agravios que determinadas políticas del Gobierno central producen entre comunidades”.

No obstante, denunció que “no parece preocuparle demasiado” que los murcianos sean quienes "peores servicios tienen cuando más los necesitan”. “¿O es que eso no es desigualdad?”, preguntó, dirigiéndose al presidente murciano, a quien urgió a que se “dedique" a "mejorar" los servicios sociales de su comunidad y a "atender con más cariño y con más recursos a quienes viven situaciones de dependencia en Murcia”.

La asociación solicitará esta semana a Fernando López-Miras una entrevista para hacerle entrega “personalmente” del galardón, que consiste en un trofeo que “simboliza un corazón de piedra”.

RESTO DE PREMIADOS

Junto a él, en segundo lugar quedó el vicepresidente de Castilla y León, Juan García Gallardo, que recibió un 25% de votos por su “animadversión” hacia las personas migrantes y por su discurso “contra” las ONG que "colaboran con las mafias del tráfico de personas", por “ayudarles a vivir o, mejor dicho, a sobrevivir”.

Por último, una de cada diez personas (10%) valoró los “méritos” del ministro de Transformación Digital y Función Pública y exministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.

Según la asociación, su “autismo político” ha “convertido” el Ingreso Mínimo Vital (IMV) en “uno de sus mayores fracasos a base de requisitos absurdos, sobrecarga burocrática y descoordinación”. “Cómo será, que ni siquiera se atreven a decir el número de perceptores de este IMV que hay a fecha de hoy”, apostilló.