La deuda total de Cantabria y Murcia, según datos de 1991, supera los ingresos corrientes anuales en un 30,97 y en un 19,77 por ciento, respectivamente, mientras que La Rioja no los sobrepasa, pero alcanza un 78,17 por ciento con respecto a éstos (la media del resto de comunidades está en torno al 20 por ciento).

El informe señala que Adalucía y Asturias "también presentan ciertos desequilibrios", aunque es más fácil su ajuste. Estas comunidades tienen una deuda sobre los ingresos del 23,63 y del 43,56 por ciento, respectivamente, si bien en el caso de Andalucía es más preocupante por su volumen (297.000 millones de pesetas).

Por contra, Navarra, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Castilla y León "presentan una excelente calidad crediticia, comparable a la del propio Estado", según FG.

Asimismo, destaca también las grantías de la deuda catalana, gracias al tamaño de su economía subyacente y a que no presenta desequilibrios financieros significativos, pese a tener un endeudamiento cercano a los 304.000 millones de pesetas.