Fiapas indicó que esta medidas facilitan su participación plena, evitando el aislamiento social y favoreciendo encuentros familiares más inclusivos. El aumento del ruido ambiental y la proliferación de reuniones sociales durante las fiestas navideñas dificultan la comunicación de las personas mayores con pérdida auditiva, lo que puede generar estrés, cansancio auditivo e incluso aislamiento social, explico esta entidad que además recomendó que en estos eventos la comunicación sea "clara y ordenada, evitando las conversaciones cruzadas y el exceso de ruido".

Así lo relató Violeta, voluntaria de Fiapas y miembro de la Asociación de Padres y Amigos de Sordos de Zaragoza (Aspansor), quien señaló que "le resulta más fácil participar cuando no hablan varias personas a la vez y se reduce el ruido ambiental". Según explicó, "la música alta o las risas constantes en juegos y celebraciones le provocan tal dificultad que, en ocasiones, se ve obligada a quitarse el implante auditivo para evitar el malestar".

Fiapas destacó "el papel fundamental del entorno en la inclusión de las personas mayores con sordera y subrayó que acciones sencillas pueden tener un impacto significativo en su bienestar". La posibilidad de que la persona con pérdida auditiva se sitúe en un lugar estratégico, con buena iluminación y cerca de alguien que pueda servirle de apoyo, facilita la lectura labial, mejora el acceso a la información y favorece una comunicación más fluida. Violeta explicó que "colocarse junto a su marido le permite seguir mejor las conversaciones y sentirse más cómoda durante las reuniones familiares".

FRUSTRACIÓN

Los profesionales advirtieron de que incluso las personas con pérdida auditiva leve pueden experimentar frustración cuando se enfrentan a entornos con exceso de ruido y saturación sonora, "una situación que afecta tanto a quien escucha como a quien habla y que puede derivar en aislamiento social y en la aparición de síntomas asociados a la depresión". Por este motivo, Fiapas insistió en la importancia de promover celebraciones navideñas inclusivas que tengan en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad auditiva.

En este contexto, la confederación recomendó reducir o eliminar la música durante las comidas, evitar las conversaciones simultáneas, permitir que la persona con pérdida auditiva elija un lugar adecuado dentro del grupo, establecer contacto visual antes de hablar y mantener un tono normal, sin exagerar la vocalización. Estas pautas, señaló la entidad, contribuyen a prevenir el aislamiento y a favorecer una participación activa en la vida familiar y social.