El periódico, que analiza las luces y sombras de la carrera de "El Juli" y lo califica de fenómeno social, afirma que el personaje sintetiza a la perfección la actitud española ante la actualidad, apegada a la tradición, exitosa y pragmática.

"¿Acaso este adolescente no simboliza a la España que ha desembarcado, de pleno derecho, en el siglo XXI, sin estados de ánimo, segura de sí misma y casi insolente a fuerza de éxitos?", se pregunta la corresponsal de "Le Figaro" en Madrid, Irina de Chkoff.

Para la periodista, "España no renuncia a nada, es un alambique que, en el secreto de su historia, transforma el plomo en oro: alta tecnología y flamenco, sevillanas y música disco, Internet y tauromaquia".

"Los españoles", prosigue el artículo, "no tienen miedo de perder su identidad en la globalización; tienen suficiente apetito, y una seguridad derivada de su crecimiento, como para devorar la modernidad sin renunciar a las tradiciones".