El autor de los hechos ya había matado a otro hombre en 1973, y cuando asesinó a los dos leñadores hacía sólo tres meses que había salido de un hospital psiquiátrico de Madrid, donde fue interndo tras el juicio por la primera muerte.

Durante la vista celebrada hoy en la Audiencia de Lérida, el presunto autor de los dos crímenes se mostró arrepentido de haber matado a una de sus víctimas, el leñador Antoni Massana Cardona. Sin embargo, no expresó el mismo sentimiento respecto al otro hombre al que asesinó, Josep Utrero, ya que, según sus palabras, "iba armado y me había amenazado de muerte".

A juicio de los médicos forenses, el autor de los crímenes sufre psicosis delirante y piensa quees una persona normal. Mosella, de 63 años, solicitó, durante la vista de hoy, cumplir condena por las dos muertes en una prisión española y no su internamiento en un psiquiátrico.

Los hechos sucedieron el 28 de octubre de 1990, cuando Vicenc Mosella mató con una escopeta a los dos hombres mientras cortaban madera en la finca conocida como Montraveta, en la localidad leridana de Llobera, a pocos kilómetros de Solsona.

El presunto asesino estaba convencido de que la finca Montraveta aún le perteneía, porque su padre había sido propietario de una de las partes del terreno.

Por este motivo, cuando salió del psiquiátrico de Madrid, internado en el mismo por haber matado a la primera de sus víctimas, Julià Tarrés, en 1973, volvió a Montraveta y amenazó a los operarios y chóferes que cortaban madera.

Mosella fue detenido por segunda vez en noviembre de 1989 en una pensión de Lérida, después de haber burlado la búsqueda de decenas de policías en los montes de la comarca del Solsones. Cuando mat a su primera víctima, 19 años atrás, el presunto asesino se entregó después de permanecer escondido 9 meses en la misma zona.