El acusador público consideró que los hechos imputados a los tres agentes y a un paisano que actuó junto con ellos constituye una falta y no un delito. Por contra, la acusación particular solicitó penas de tres años de cárcel por un delito de lesiones para cada uno de los acusados.

Los hechos se desarrollaron en la puerta del Bar Berlín, en la calle Francisco de Vtoria, de la capital aragonesa. Suárez sufrió un corte en una ceja, que requirió cinco puntos de sutura, así como una luxación en un dedo de la mano izquierda y diferentes hematomas.

Por otra parte, Ricardo Moreno, cuñado de Suárez, y una amiga de ambos, sufrieron diversas lesiones. A Moreno tuvo que escayolársele el brazo izquierdo, mientras que la mujer recibió un puñetazo en un ojo.

Se da la circunstancia de que los guardias civiles fueron detenidos por agentes de la Policía Local, Cuerpo que,tras las últimas elecciones municipales, depende del mando político de Antonio Suárez.

Durante la vista oral del caso, que en un principio había sido archivado, el abogado de los demandantes consideró que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones y pidió, además de las penas privativas de libertad, más de dos millones de pesetas en indemnizaciones.

Por su parte, la defensa sostuvo que el día de autos se produjo una situación confusa y tumultuaria en la que sus patrocinados resultaron gual o más lesionados que los demandantes, por lo que reclamó la absolución.