Macroeconomía
El FMI recomienda mejorar las políticas de integración para aliviar las presiones fiscales que provoca la llegada de refugiados
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó este miércoles mejorar las políticas de integración de las personas refugiadas para garantizar su integración en el mercado laboral y reducir así la presión fiscal que genera su llegada a otras economías.
Las economías emergentes y en desarrollo son más propensas a recibir refugiados, muchas veces por la proximidad geográfica, explica. Por ejemplo, casi dos tercios de los refugiados bajo el mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y otras personas que necesitan protección internacional proceden de sólo cuatro países (Afganistán, Siria, Ucrania y Venezuela), y casi el 73% se acogen en economías de mercados emergentes y en desarrollo.
Esto hace que los países de destino presenten ya de entrada “una capacidad fiscal muy limitada” y la recepción de grandes grupos de personas acentúa más ese problema, como señaló el FMI en el Capítulo 3 'Viajes y cruces: repercusiones de las políticas de migración y refugio', dentro del informe de previsiones económicas mundiales, publicado esta semana.
El organismo dirigido por Kristalina Georgieva alude, en concreto, a estudios en Oriente Medio, el Norte de África y Asia Central, de los que se desprende que “los países de acogida suelen registrar mayores déficits fiscales tras la llegada de los refugiados”.
La razón detrás de esos desajustes responde al mayor esfuerzo que tienen que hacer los países para garantizar la prestación de servicios sanitarios, educativos y de subsistencia, razona el FMI.
Además, los refugiados cuentan con más dificultades para acceder al mercado laboral del país de acogida que los nativos, por las propias barreras legales y administrativas a las que se enfrentan. Esto hace que se ven empujados a buscar empleos “de baja productividad, poco cualificados e informales, lo que reduce su contribución a las economías locales en su lugar de destino”.
La consecuencia de todo ello es que, inicialmente, “tiende a generar costes fiscales netos”. Para revertir esta situación, el FMI sostuvo en su informe que estas presiones se pueden aliviar con una mejor integración de los refugiados en el país al que llegan.
“Unos mejores resultados del mercado laboral no sólo pueden ayudar a resolver la escasez de mano de obra, sino también a impulsar los ingresos fiscales y, de forma más general, la demanda agregada y el crecimiento del PIB”, detalló el organismo.
CONFLICTO Y DESASTRES NATURALES
El conflicto suele ser el motivo principal que origina los desplazamientos forzados, aunque el cambio climático y las catástrofes naturales también cobran fuerza entre las causas de esos movimientos. En los últimos 20 años, entre los casi 27 millones de desplazados internos anuales, aproximadamente dos tercios de estos desplazamientos fueron provocados por catástrofes naturales, según el FMI.
La diferencia principal con los conflictos, sobre todo los de alta intensidad, es que sus consecuencias persisten durante más tiempo en la economía afectada que los desastres naturales. Además, otra de las consecuencias de los conflictos en los países de origen es una posible fuga de talento, ya que “las personas cualificadas y formadas tienen más probabilidades de huir de la violencia”.
En el caso de los desastres naturales, su impacto puede hacer que las personas vean reducidos sus ingresos y los recursos de su hogar, lo que limita la capacidad para emigrar, como apuntan desde el FMI.
A mediados de 2024, el número de desplazados forzosos, sin distinguir la causa, alcanzó la cifra récord de 123 millones en todo el mundo.
(SERVIMEDIA)
17 Abr 2025
NFA/man