FONDOS RESERVADOS. LOS PERITOS NO LOGRAN CONCRETAR EL ORIGEN DEL DINERO CON EL QUE EL SUEGRO DE VERA COMPRO NUMEROSAS PROPIEDADES
-El fiscal mantiene que procede de los fondos reservados y la defensa de Vera que es dinero negro "ahorrado durante 40 años"
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Los tres peritos que declararon hoy en la vista oral del "caso fondos reservados" no lograron concretar de dónde rocedía el dinero con el que Enrique Esquiva, suegro del ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, adquirió una finca en Torrelodones (Madrid), otra en Albacete y algunas propiedades más.
"No le puedo decir de dónde viene el dinero, porque no lo sé", dijo Luis Cabas, inspector de Hacienda y funcionario de la Agencia Tributaria, al presidente del tribunal.
La sesión del "caso fondos reservados" celebrada hoy en la Audiencia Provincial de Madrid se centró en el patrimonio de Enrique Esquiva Según el fiscal, Vera se sirvió de su suegro para que éste figurara como comprador y titular formal de los bienes obtenidos con dinero procedente de los fondos reservados.
Prueba de ello es que, siempre según la versión del fiscal, Esquiva carecía de los recursos necesarios para adquirir, entre otros bienes, la finca de Torrelodones (Madrid) y la de Alpera (Albacete).
No obstante, según aseguraron dos de los hijos de Enrique Esquiva en su declaración como testigos el pasado 7 noviembre, su padreadquirió estas propiedades con "cantidades millonarias" que había ahorrado "durante cuarenta años" y que nunca declaró a Hacienda, motivo por el que tuvo que pagar una sanción de una "monstruosidad" de dinero.
Según Francisco Placer, perito citado hoy por la defensa de Vera, Enrique Esquiva "ha tenido tiempo más que suficiente para formar una importante bolsa de dinero negro". En esta línea, afirmó que "es claro que el contribuyente había defraudado dinero" en los años anteriores a la investigación peicial (en 1991, 1992, y 1993).
Asimismo, según Placer, Esquiva tenía alquilada una caja de seguridad en la que guardaba el dinero no declarado y de la que "iba sacando a medida que lo iba necesitando". "Mi impresión es que es el prototipo de contribuyente poco proclive a la tributación", dijo Placer.
La actividad de Enrique Esquiva se desarrollaba en dos frentes: la venta de artículos de ferretaría y de menaje del hogar; y la actividad ganadera en la finca de Alpera, que sufrió numerosas reformaspor valor de 68 millones de pesetas entre 1990 y 1994. A este respecto, el fiscal preguntó a los peritos por si existía algún tipo de correspondencia entre los ingresos de la ferretería y los gastos en la finca.
En relación a esto, los peritos reflejaron que Esquiva "llevaba una contabilidad exhaustiva en la actividad agrícola, no así en la actividad empresarial, por lo que no puede relacionarse con total seguridad", dijo Caba.
(SERVIMEDIA)
26 Nov 2001
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