Para ello, ha iniciado la campaña "Una Iglesia para todos, una Iglesia sin barreras", cuya finalidad es hacer accesibles a las personas discapacitadas las iglesias, locales parroquiales, bibliotecas diocesanas, seminarios y obispados.

Uno de los objetivos de esta campaña es mentalizar del problema de las barreras rquitectónicas a la comunidad eclesial: obispos, sacerdotes, consejos parroquiales, técnicos responsables de las obras y patrimonio, grupos, movimientos, comunidades religiosas, etc.

Asimismo, esta iniciativa intenta conseguir la eliminación de barreras concretas en templos y dependencias eclesiales de cada diócesis, integrar a las personas discapacitadas en la actividades parroquiales e implicar a los propios discapacitados en el desarrollo y seguimiento de la campaña.