Corazón

La Fundación Española del Corazón alerta de los peligros de las grasas trans para el corazón

- "Debemos apostar decididamente por la dieta mediterránea", según el doctor Andrés Íñiguez

Madrid
SERVIMEDIA

La Fundación Española del Corazón (FEC) alertó este lunes sobre el consumo de las grasas trans para el corazón y recordó que la alimentación es un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

“La evidencia reciente sobre los efectos perjudiciales de los ácidos grasos trans a nivel cardiovascular es amplia”, aseguró la Federación, tras la reciente publicación del ‘Informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la eliminación mundial de grasas trans 2022’.

La OMS concluyó que alto consumo de este tipo de grasa aumenta un 34% el riesgo de muerte por cualquier causa y un 28% las muertes por cardiopatías coronarias. Según este organismo, la ingesta de grasas trans es responsable de más de 500.000 muertes prematuras al año en todo el mundo por cardiopatías coronarias.

Sobre cómo afecta su consumo al corazón, la SEC afirmó que la ingesta de ácidos grasos trans incrementa la concentración del colesterol LDL, también conocido como “colesterol malo”, por ser el más perjudicial, y disminuye la concentración del colesterol HDL o “colesterol bueno”, que es más beneficioso.

Además, el consumo de este tipo de grasas se asocia a un aumento del nivel de triglicéridos y de inflamación, y esta última tiene un papel importante en el desarrollo de la diabetes y la aterosclerosis que, a su vez, incrementan el riesgo cardiovascular.

EVITAR GRASAS TRANS

Por ello, mediante la campaña ‘PACTOS por tu corazón’, la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón recomiendan evitar los principales factores de riesgo cardiovascular, entre ellos la mala alimentación.

Cada una de las letras de la palabra ‘PACTOS’ hace referencia a uno o más de esos factores: P (presión arterial), A (alimentación), C (colesterol y contaminación), T (tabaquismo), O (obesidad), S (sedentarismo y salud emocional).

Ambas sociedades científicas proponen a la población a hacer un pacto por su corazón, comprometiéndose con el cuidado de su salud cardiovascular a través del control de los factores de riesgo cardiovascular.

“Respecto a la alimentación, frente al consumo de grasas trans debemos apostar decididamente por la dieta mediterránea, que es la que más beneficios ha demostrado a nivel cardiovascular, reduciendo en un 30% el riesgo de enfermedad cardiovascular. Debemos introducir en nuestra dieta diaria verduras, legumbres, frutas, productos lácteos, cereales y aceite de oliva”, concluyó el doctor Andrés Íñiguez, presidente de la FEC.

Según la Fundación Española del Corazón, los ácidos grasos trans provienen de dos fuentes: una natural y otra artificial o industrial. La fuente natural proviene de los animales rumiantes como la vaca, la oveja o la cabra. Aproximadamente un 5% del consumo total de ácidos grasos trans que consumimos proviene del consumo de grasa de rumiantes, a través de productos como la mantequilla, crema, nata, leche entera o carne grasa.

Por otro lado, la fuente industrial de ácidos grasos trans ocurre al hidrogenar parcialmente aceites vegetales y se encuentran principalmente en productos procesados. Mediante un proceso de hidrogenación, los alimentos con grasas trans logran mejorar el sabor, la textura y la durabilidad de los alimentos cocinados o elaborados con ellas.

(SERVIMEDIA)
30 Ene 2023
CAG/gja