Así lo puso de manifiesto el director de la Fundación Grünenthal, Juan Quintana, en el transcurso del diálogo sobre el impacto del dolor crónico en la sociedad y en el bienestar organizado en Servimedia.

En este encuentro, celebrado con el apoyo de Grünenthal, y en el que también participaron la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar, y la presidenta de la Sociedad Española del Dolor (SED), María Madariaga, Quintana recordó que el dolor crónico afecta a “casi el 26% de la población adulta” de España.

"Lo que hemos hecho desde la Fundación junto con la consultora Kreab es intentar establecer una medición de lo que es el dolor crónico para la persona que lo sufre" y los resultados de ese estudio son "llamativos". Las conclusiones del informe ‘El impacto del dolor crónico en el bienestar social’ revelan que el impacto económico del dolor crónico representa en torno al 32,5% del PIB de España de 2023.

UNA ENFERMEDAD INVISIBLE

Cuando se cumple el 25 aniversario de la Fundación Grünenthal, su director recordó que pese a que "el dolor crónico muchas veces es invisible", esta enfermedad está reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud, y reclamó que se erradique el pensamiento de que el paciente de dolor crónico es un "quejica".

En este sentido, la presidenta de la Sociedad Española del Dolor (SED), María Madariaga, aseguró que es necesario cuantificar el dolor crónico porque algunas personas "no son capaces de ponerse en el lugar del otro" y no empatizan con el sufrimiento, y "cuando les dices que para compensar económicamente esta falta de independencia, de normalidad laboral y familiar estás hablando de 47.900 euros anuales para una persona con dolor crónico intenso", "estás poniendo en valor algo" para que puedan comprenderlo.

Por su parte, la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar, destacó que "más de la mitad de las personas con dolor tienen una baja y esto es poco entendido", provocando una falta de igualdad de oportunidades en el acceso y mantenimiento del puesto de trabajo para estos pacientes.

Por ello, Escobar reclamó un "reconocimiento de la cronicidad" y "que las empresas empiecen a trabajar en temas de salud con cronicidad porque posiblemente un alto porcentaje de sus trabajadores tienen una patología que no dice y esto también genera una situación de frustración". "El trabajador no se siente entendido" y para no dar explicaciones cuando tiene que hacerse pruebas opta por cogerse vacaciones.

"Hay una situación de invisibilidad", denunció la presidenta de la POP, que viene también motivada porque a penas el 50% de las personas con dolor crónico tiene certificado de discapacidad. Sin embargo, según los datos de la Fundación Grünenthal, el dolor crónico obliga al 32,3% de los pacientes a abandonar su ocupación y más de un 17% se ha visto obligado a modificar su puesto de trabajo por el dolor crónico.

Expertos participantes en el diálogo sobre el impacto del dolor crónico en la sociedad y en el bienestar celebrado en Servimedia | Foto de Jorge Villa

En relación con ello, los expertos destacaron que el 27,1% de los pacientes no conoce la causa de su dolor. Según la presidenta de la Sociedad Española del Dolor (SED), es "importantísimo" contar con un diagnóstico "no solo por lo sanitario". Para un paciente de dolor crónico, "tener un cartel" con un diagnóstico permite acceder a una valoración de la discapacidad. Si no tienes un diagnostico reconocido "no eres nadie, no tienes una compensación ni cercada a lo que necesitas".

Aunque, tal y como explicó Carina Escobar, tanto desde el Ministerio de Sanidad como desde los Gobiernos autonómicos se está trabajando en la estrategia del dolor y se "están haciendo esfuerzos", resulta fundamental que el sistema sanitario acompañe a las personas con dolor crónico complejo. Además, advirtió, el envejecimiento poblacional provocará una mayor carga para el sistema.

TRATAMIENTOS

Los expertos aseguraron que la tecnología está proporcionando muchas innovaciones en el tratamiento del dolor crónico que sufren alrededor de 9 millones de personas en España. Están produciéndose avances, sobre todo en neuroestimulación y terapias de tratamiento del dolor neuropático refractario, explicó la presidenta de la Sociedad Española del Dolor.

Según María Madariaga, hay nuevos tratamientos farmacológicos y un conocimiento mayor sobre cuál es el mejor abordaje del dolor. "Las herramientas son cada vez mejores, pero necesitamos mejorar el acceso".

En este mismo sentido, la presidenta de la POP explicó que, aunque los pacientes notan avances en los tratamientos, es necesario que esta patología figure en la historia clínica".

Los expertos también incidieron en el impacto que esta enfermedad genera en la salud mental de los pacientes, llegando incluso a provocar "pensamientos suicidas", afirmó el director de la Fundación Grünenthal, Juan Quintana.

Carina Escobar aseguró que "el dolor llega un momento que absorbe tu vida y eso es muy difícil de entender si no se vive, y de trasladar en una consulta médica", por lo que pidió la "humanización" de las consultas para que el trato entre paciente y médico permita la comprensión de la situación que afecta a casi el 26% de la población española y a un 30,5% de las mujeres adultas.