Meyer dijo que las afirmaciones de Bayo denotan que no se ha podido "comprar" su silencio. "Se le iban a ofrecer hasta 100 millones de pesetas a través del abogado Jorge Argote para comprar su silencio, porque sabían perfectamente que su declaración iba a dar un giro radical al 'caso GAL', pues por primera vez un testigo directo hace responsabe a Rodríguez Galindo", explicó.

A su juicio, las imputaciones del ex guardia civil de Intxaurrondo vienen a confirmar "lo que todo el mundo ya sabe", es decir, que la cÚpula anterior del Ministerio del Interior tuvo una implicación directa en la organización y financiación de los GAL.

"Por tanto", agregó el portavoz de Interior de IU, "la línea de investigación va avanzando de forma inexorable y en cada paso que da se señala con más claridad la responsabilidad política de Barrionuevo y de toda l cÚpula de Interior del anterior Gobierno, presidido por Felipe González".

Meyer expresó su confianza en que este "giro espectacular" que ha dado el 'caso GAL' con las declaraciones de Felipe Bayo sea decisivo para que se tomen medidas cautelares conra el general Rodríguez Galindo.

"Desde el momento que se le puso en libertad", recordó, "yo mismo anuncié que me parecía que Galindo iba a utilizar esa libertad para de alguna manera presionar a testigos e intentar cambiar voluntades y poner trabas e la línea de investigación".

Aunque no cree que estas declaraciones sean la clave definitiva para desentrañar totalmente el 'caso GAL', Meyer aventuró que a partir de este momento es factible que se puedan producir nuevos testimonios, similares al de Felipe Bayo, de personas que estuvieron en el cuartel de Intxaurrondo.

Según publica hoy el diario "El Mundo", Felipe Bayo prestó declaración ayer, a petición propia, ante el juez instructor del "caso Lasa y Zabala", Javier Gómez de Liaño, e implicó l general Enrique Rodríguez Galindo en ese "affaire".

Bayo declaró que la noche que estuvo vigilando a los dos etarras en el palacio de la Cumbre, en San Sebastián, en donde supuestamente permanecieron secuestrados, Rodríguez Galindo le contó que había estado cenando con Rafael Vera y con el ex gobernador civil Julen Elgorriaga.

De acuerdo con esta versión, Vera les autorizó a realizar operaciones extraoficiales en el sur de Francia. Dichas operaciones, según el relato del ex guardia civil, consitían en traer a España de forma ilegal a etarras para interrogarles.