De este modo, durante el tiempo que dure la investigación del 'caso GAL' el magistrado Moner, que ayer fue designado instructor de la causa, no tendrá que hacerse cargo de ningún otro sumario que le pudiera tocar por reparto.

Moner inició hoy el estudio del 'caso GAL', para lo que ya dispone de una parte del voluminoso sumario remitido por el magistrado de la Audiencia Nacional altasar Garzón.

Dada la magnitud de la causa, que consta de unos 25.000 folios, el presidente de la Sala Segunda del Supremo, Fenando Cotta, ha solicitado a Moner que le remita una relación de los medios materiales y humanos que necesita para instruir el caso.

Cotta tiene previsto, al igual que ocurrió con el magistrado Marino Barbero y el 'caso Filesa', facilitar al instructor del 'caso GAL' los funcionarios judiciales que sean precisos para que realice la investigación, así como los medios mateiales necesarios. Entre estos medios estaría dotar a Moner de un espacio físico en el Tribunal Supremo donde pueda desarrollar su trabajo.

Para ello, el presidente de la Sala Segunda comunicará a la secretaría de Estado de Justicia dichas necesidades con el fin de que pueda asignar personal (secretario judicial, agente y oficiales judiciales) al 'caso GAL', dado que el personal de la Sala Segunda es muy limitado.

Las fuentes consultadas recordaron que para la instrucción del 'caso Filesa', el jue Barbero contó con dedicación exclusiva, así como con personal y medios materiales específicos para esta causa.