GALICIA. EL BNG SE PERFILA COMO LA ALTERNATIVA DEL SIGLO XXI

SANTIAGO DE COMPOSTELA
SERVIMEDIA

El BNG es desde ayer la principal referencia de la oposición a la política de los consrvadores en Galicia. El ascenso de la opción nacionalista confirma que los partidos que comparten esta naturaleza son los únicos proyectos políticos en claro ascenso en el panorama español.

Empujado por el carismático Xosé Manuel Beiras, el Bloque ha cosechado su mayor triunfo y se perfila como "la CiU de Galicia", que podrá plantarle cara en un futuro no muy lejado al Gobierno central y conseguir prevendas que no están al alcance de los partidos con una concepción global de España.

Uno de cada catro votos en Galicia ha caído en campo nacionalista y ha roto la clásica división entre la Galicia rural y la urbana.

Ahora, el voto de ciudades como Santiago, Vigo o La Coruña ya no es apoyo indiscutible al PSOE, sino que ha cedido paso al avance imparable de los nacionalistas. Ante el BNG se abren unas posibilidades amplias de evolución al alza: tiene el electorado más joven de Galicia y ha conseguido arraigo en los núcleos urbanos, los más dinámicos y aglutinadores de población.

Los jóvenes sn mayoritariamente nacionalistas. Reprochan y castigan al PSOE por no haber zanjado las luchas internas entre "barones" y por no haber dado a tiempo un giro gallegista a sus planteamientos políticos; una orientación claramente patrocinada por su secretario general y alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, que tras la derrota tendrá que rendir cuentas ante la dirección federal del PSOE.

La inclinación de las nuevas generaciones a favor de la opción Beiras se verá alimentada, además, por el declive demgráfico que viven Lugo y Orense, zonas rurales donde el PP cuenta con sus más decididos partidarios.

DERROTA URBANA

En La Coruña capital, antiguo feudo socialista, el PP ha obtenido el 49,2% de los votos y ha perdido uno de sus escaños. El BNG consiguió el 26,7%, con una subida de siete puntos y superando en votos a los socialistas en casi todas las poblaciones de la provincia. Por su parte, la coalición formada por PSOE-EG-Os Verdes cae hasta el 20,1%, sus peores resultados en la provincia desde la primeras elecciones autonómicas.

En Vigo, el PP prácticamente no ha sufrido desgaste, mientras que el BNG aumentó sus votos en un 50% y la coalición progresista cosechó una fuerte caída.

Los socialistas, que en ningún momento de la campaña barajaron la posibilidad de un revés de estas dimensiones, no ocultan ahora su preocupación por la competencia, en su mismo campo ideológico de la izquierda, de la opción nacionalista y están dipuestos, además de obligados, a abrir un período de reflexión que es ayude a corregir el tiro y que sirva de antesala para la búsqueda de un nuevo candidato.

Por el momento es pronto para asegurar que ese giro pueda incluir un acercamiento al BNG o incluso el inicio de una colaboración que Beiras siempre ha ofrecido y que los socialistas siempre rechazaron desde su situación de primera fuerza de la oposición.

Para el PP, sin embargo, es difícil acentuar sus ya marcados rasgos nacionalistas y su problema principal se resume en la necesidad de buscar un repuestoManuel Fraga, figura carismática que ha logrado tapar hasta ahora las luchas internas por la sucesión y aplazar el debate.

Algunos de sus dirigentes, sin embargo, también contemplan con preocupación el "boom" BNG, sobre todo ante la perspectiva de perder su mayor activo electoral, Manuel Fraga.

MUNICIPALES Y AUTONOMICAS

La extrapolación de los resultados de ayer a unas hipotéticas elecciones municipales, que deberán celebrarse en 1999, mudaría casi por completo el gobierno de los ayuntamientosde las siete capitales gallegas de mayor tamaño, con la excepción de Lugo, que conservaría el PP.

Los conservadores serían la fuerza más votada en Santiago, donde hoy gobierna en minoría el PSOE, y perderían el control solitario de Vigo y Orense. En La Coruña, tradicional feudo socialista, el PP sería la primera fuerza, seguida del BNG y en último lugar del PSOE. Esta traslación sería particularmente significativa en Compostela, donde el BNG obtendría el triple de concejales que los socialistas, y en igo, donde les duplicarían.

También para 1999 está prevista la celebración de elecciones autonómicas, que según reconocieron algunos miembros del PSOE podrían significar un nuevo vuelco a favor de las opciones nacionalistas, que en comunidades como la canaria podrían dejar a los socialistas una presencia puramente testimonial.

Esta delicada situación en que ha quedado el PSOE será motivo de un profundo análisis y una profunda renovación. Si bien el candidato de la coalición, Abel Caballero, no er el más idóneo según algunos observadores, tampoco la derrota puede achacársele en exclusiva.

Son muchas la voces, en especial del PSOE federal, que critican al secretario general socialista por no haber asumido la responsabilidad de enfrentarse a Fraga siendo el político con mayor tirón del partido y el que puede presentar en su hoja de servicios varias mayorías sucesivas que le respaldan como alcalde de La Coruña.

Vázquez no ha querido asumir esa responsabilidad, pero nadie en el PSOE gallego pensa que los cambios que se avecinan no le vayan a afectar.

La guinda para desenmarañar el futuro de la izquierda gallega será además saber si la experiencia de la coalición entre PSOE-EG-Os Verdes puede mantenerse después de la derrota. En las filas del socialismo tocan arrebato y a día de hoy ni siquiera está claro si los diputados de Esquerda Galega se integrarán en el Grupo Parlamentario Socialista o si optarán por formar parte del Grupo Mixto.

(SERVIMEDIA)
20 Oct 1997
SGR