LA GENERALITAT VALENCIANA INDEMNIZARA A UNA NIÑA QUE QUEDO COJA TRAS INYECTARSELE UN MEDICAMENTO CONTRAINDICADO PARA SU EDAD
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El Servicio Valenciano de Salud deberá indemnizar con ocho millones de pesetas a una niña que quedó coja tras recibir varias inyecciones de un medicamento que no estaba indicado para su edad y que le había prescrito su pediatra, según una sentencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo.
Los hechoscomenzaron en diciembre de 1988, cuando la niña, que entonces tenía casi tres años, fue atendida en el Ambulatorio del Servicio Valenciano de Salud (SVS) debido a una broncopatía, por la que el pediatra Azmi Ahmad Natshe le prescribió ocho inyectables de Combitorax. Este medicamento está contraindicado para niños menores de dos años y medio.
Como consecuencia de la última de las inyecciones, la menor "presentó inmediatamente una pérdida de fuerza en pierna derecha, que afectó más intensamente al nervi ciático". El pediatara recetó entonces una pomada antiinflamatoria que no hizo ningún efecto, por lo que finalmente tuvo que ser intervenida en el Hospital de Alicante el 21 de febrero de 1989.
Quince días después la pequeña fue dada de alta con una lesión en el nervio ciático que, según el informe médico, "se traduce en marcha de puntas con pie derecho, con la consiguiente facilidad para tropezar y caer" y no cabe esperar mejoría.
Para los magistrados del Tribunal Supremo, "la conducta del médio debe reputarse de poco diligente, al mandar ocho inyecciones a una menor de trs años, cuando una sola estaba contraindicada por el prospecto, y por ficha técnica, a un menor de dos años y medio".
El Supremo señala que cuando un médico prescribe un medicamento, "incumbe a dicho facultativo la información sobre su utilización y dosificación, y ello sin olvidar que también está acompañado de una información".
De esta forma, el Alto Tribunal confirma la sentencia dictada en su día por la Audiencia rovincial de Alicante, que condenó al pediatra Azmi Ahmad Natshe a indemnizar a la menor con ocho millones de pesetas.
Dicha indemnización debía ser abonada también por los otros dos ATS que pusieron las inyecciones a la niña y que también fueron condenado por la Audiencia Provincial de Alicante. Sin embargo, el Supremo les absuelve, al considerar que la lesión de la menor no se debió a un mal pinchazo, dado que las inyecciones se colocaron en el denominado "punto de Barthelemy", es decir, el en lugarcorrecto.
(SERVIMEDIA)
14 Abr 2001
VBR