Las auditorías de 1991 y 1992 indican que IGS destinó más de 7.000 millones a su grupo de empresas, otros 1.707 millones a la Esfera Armilar de Madrid, 4.692 millones al proyecto turístico de Marina Calviá (Mallorca) y otros 1.500 en un proyecto de urbanización de lujo en Madrid.

Además, según se desprende de las auditorías, a estas cantidades podrían sumarse otos miles de millones invertidos en terrenos que ya no serán utilizados para viviendas, al haber fracasado los proyectos y tener difícil salida.

Al 'agujero' que pueda resultar de IGS-PSV depende de la valoración que Arthur Ardensen dé a los terrenos. Los auditores están a punto de concluir su trabajo.