Así lo confirmó hoy el secretario general de la Energía, Alberto Lafuente, quién señaló que el precio de Enagás no responde a condiciones políticas, sino púramente técnicas, al tiempo que valoró el importe de la operación como "igeramente desequlibrado a favor del vendedor", es decir, el Estado.

La venta de Enagás, valorada en su totalidad en 56.300 millones de pesetas, conlleva un compromiso de inversiones por parte de Enagás de más de un billón de pesetas hasta el año 2004, que se distribuirán en tres fases:

La primera, de unos 310.000 millones irá desde ahora a 1996, para la conclusión del gasoducto magrebí y su conexión con España; la segunda, de 435.000 millones de pesetas, para el desarrollo de la red en España, icluida Galicia y la conexión con Portugal, y la tercera, de unos 270.000 millones, centrada, básicamente en la conexión de la red gasística con Francia.

El fuerte volumen de inversiones contemplado en la operación, ha levantado espectación en las autoridadesde Bruselas, motivando la habilitación de ayudas comunitarias que ascienden ya a unos 100.000 millones de pesetas, con cargo a los programas de apoyo "Interreg" y "Regent".