No obstante, Vegara reconoció que "esperábamos un mejor dato en abril y la evolución del crudo no lo ha permitido", por lo que, a su juicio, será "más difícil" conseguir que la inflación se sitúe en verano en torno al 3% y a finales de año en el 2,5%, como auguró el mes pasado.

Vegara destacó el buen comportamiento de la inflación subyacente (sin productos energéticos ni alimentos no elaborados), "que se mantiene muy estable", y de los precios de los servicios, cuyo incremento ha marcado en tasa anual un mínimo histórico desde que la serie es homogénea (enero de 2002), debido al efecto Semana Santa y a otros factores que dijo que todavía hay que ver.

El secretario de Estado de Economía destacó la importancia de la favorable evolución de los precios de los servicios, al ser los principales causantes del diferencial de inflación de España con la Eurozona. Según las estimaciones de Vegara, este diferencial de inflación se situó en abril en 1,4 puntos.

Por el contrario, dijo que el precio del crudo se ha comportado "manifiestamente peor" que en abril de 2004, lo que explica en gran parte la subida del IPC, junto con el encarecimiento de los precios de la alimentación provocados por las heladas, que ha elevado los precios de algunos productos, como aceite y legumbres, entre otros.

Vegara, que dijo que la mejora de la cotización internacional del crudo en los últimos meses debería trasladarse a los precios, apuntó que la sequía que vive el país podría seguir teniendo efectos sobre los precios de los alimentos y la inflación en lo que resta de año, "pero esperamos que sean reducidos".

El secretario de Estado de Economía señaló que la inflación es un problema persistente en la economía española que se explica en parte por la fortaleza de la demanda interna y por el problema estructural de la baja productividad. Por ello, insistió en la necesidad de aumentar la tasa de crecimiento de la productividad, lo que permite crecer más sin tener que subir los precios.