EL GOBIERNO CREE QUE EL MOVIMIENTO OKUPA ESTA DEGNERANDO EN UN COLECTIVO ANTISISTEMA
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El Gobierno ha detectado en los últimos años un cambio "tanto cualitativo como cuantitativo" en el movimiento okupa, que le está llevando a convertirse, de una manera cada vez más definida, en un colectivo infiltrado por elementos "antisistema", que intentan desprestigiar la estructura social e institucional existente y que emplea tácticas de "lucha callejera" contra las Fuerzas de Seguridad.
Así se afirma en una respuesta del Goierno a una pregunta del diputado de Nueva Izquierda, Ricardo Peralta, en relación a la opinión que tiene el Ejecutivo sobre la necesidad de recurrir a las Fuerzas de Orden Público para desalojar a los okupas de los edificios que ocupan de manera ilegal.
En esa respuesta, facilitada a Servimedia, el Ejecutivo señala que las Fuerzas de Seguridad investigan la identidad de los componentes del colectivo okupa "y en especial a sus líderes", así como sus formas de actuación, lugares de reunión y desplazamintos, y los medios de comunicación y propaganda que emplean.
Esas investigaciones han permitido establecer que en los últimos años el movimiento okupa ha dado un giro, con una orientación cada vez más antisistema, basada en "desprestigiar la estructura social e institucional existente" y "difundir sus planteamientos como una alternativa dirigida principalmente a sectores juveniles insatisfechos".
Según el Gobierno, la actuación de las Fuerzas de Seguridad en los desalojos se basa siempre en mandaos judiciales y se producen después de contactar y dialogar con los responsables de las ocupaciones y los abogados que les asesoran.
El Gobierno asegura que los altercados y actos vandálicos que a veces se producen con motivo de los desalojos, como ocurrió recientemente en Barcelona y Valencia, son responsabilidad de los okupas.
"Es el 'movimiento okupa', cada vez más organizado y empleando tácticas de 'lucha callejera', el que provoca enfrentamientos, empleando 'cócteles molotov', lanzaderas de ohetes y todo tipo de objetos arrojadizos que previamente han sido preparados. Sus actos de vandalismo, planificados con antelación, producen gran número de heridos y millonarias pérdidas en destrozos del mobiliario urbano, entidades bancarias, vehículos y establecimientos públicos".
A juicio del Gobierno, "esta actividad contra la legítima y obligada presencia policial en los desalojos es aprovechada por otros muchos colectivos que se incorporan al movimiento okupa como elemento de reacción, provocano estos violentos enfrentamientos para afianzar su posición de movimiento contra el sistema".
(SERVIMEDIA)
16 Dic 1999
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