De esta forma, según informó el ministro de Agricultura, Pedro Solbes, la Administración pretende mejorar las rentas de los agricultores, fomentar el empleo en el mundo rural y volver a los niveles de bosque de los años 50, para evitar el peligro de desertización.

El dinero empleado provendrá en su mayor parte de fondos comunitarios, y serán en total 156.350 millones en los próximos cinco años y 160.000 millones hasta el 2017, aunque el Ministerio de Agricutura ha tenido que solicitar un crédito extraordinario de 10.000 millones para las actuaciones que comenzarán este año.

El Feoga Garantía aportará hasta 1997, 92.400 millones, mientras que 17.000 empleará el Feoga Orientación y el Fondo de Cohesión. Por su parte, el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas dispondrán de otros 46.950 millones en cinco años.

En el otro periodo, España recibirá otros 112.000 millones del Feoga Garantía hasta el 2017 en concepto de apoyo a las rentas de os agricultores que dejen de cultivar para dedicar sus tierras a la plantación de árboles. Por su parte, la aportación de Agricultura y de las comunidades autónomas será de 48.000 millones hasta la fecha anteriormente mencionada.

Las previsiones de Solbes son que con este plan puedan reforestarse 400.000 hectáreas agrarias, y 200.000 más de monte público y privado.

Los agricultores podrán percibir hasta 400.000 pesetas por hectárea repoblada (440.000 si es de una sociedad), y ayudas de hasta 30.00 pesetas por hectárea anualmente durante cinco años para el mantenimiento de la explotación, y de 20.000 pesetas durante 20 años en concepto de mantenimiento de las rentas.

Las ayudas dependerán de las especies que se utilicen en la repoblación y primarán a aquellas con una permanencia mínima de 18 años. Es decir, si un agricultor planta eucaliptos en sus tierras para hacer una explotación maderera rentable en poco tiempo recibirá los mínimos establecidos en las ayudas y ninguna subvención para el matenimiento de su renta.

El ministro de Agricultura mostró su confianza de que este decreto pueda favorecer el empleo en el mundo rural, aunque matizó que los trabajos de siembra no podrán comenzar por razones climáticas hasta finales de este año, pero la preparación del terreno sí creará en breve puestos de trabajo.

PROBLEMAS ESTRUCTURALES

Solbes se refirió también a los problemas del campo y dijo que la mayoría de ellos eran estructurales, con soluciones a medio y largo plazo.

Además dijoque 1992 había sido un año difícil por el problema coyuntural de la sequía y confirmó que la producción agraria cayó un 0,5 por ciento en 1992, y que la disminución de las rentas de los agricultores fue del 8,5 por ciento, lo que justificó por el menor número de jubilaciones en el campo.

Sin embargo, aseguró que "no se puede decir que la actividad agraria esté en recesión" y que su departamento está buscando fórmulas para combatir la sequía de este año, así como hizo referencia a otras medidas que preentará próximamente, como el programa de modernización de explotaciones y el decreto de jubilación anticipada.