El Ejecutivo se refiere a esta cuestión en una respuesta por escrito que ha enviado al Congreso, donde el PP había preguntado por esta cuestión.

En concreto, los diputados populares Sofía Reyes y Pablo Hispán se habían interesado sobre si “va a hacer público el Gobierno las actas del verificador internacional Francisco Galindo sobre sus reuniones con Junts”. También querían saber “cuál ha sido el coste para el Estado de las reuniones mantenidas con Junts por parte de José Luis Rodríguez Zapatero” y si el expresidente “utilizó medios oficiales en sus desplazamientos en el extranjero”.

A este respecto, en la respuesta recogida por Servimedia se afirma que “el Gobierno de España no ha mantenido ni, por tanto, costeado ninguna de las supuestas reuniones por las que sus señorías preguntan”.

DE PRESUPUESTOS A AMNISTÍA

Las reuniones entre Zapatero y Junts se han enmarcado en la negociación del apoyo del partido de Carles Puigdemont a la gobernabilidad del Gabinete de Sánchez, centrada en la amnistía, la financiación catalana y los Presupuestos. El exjefe del Ejecutivo, según se ha difundido en prensa, ha actuado como interlocutor oficioso del PSOE tras la salida de Santos Cerdán, figura clave en los primeros contactos de la legislatura.​

Una de las primeras citas conocidas se celebró a finales de junio de 2025, en Suiza, tras la crisis interna del PSOE que acabó con Cerdán fuera de la Secretaría de Organización. Puigdemont, acompañado por Jordi Turull y Míriam Nogueras, se reunió entonces con el expresidente para abordar la financiación singular de Cataluña, la gestión tributaria y la aplicación de la amnistía al exmandatario de la Generalitat.​

En septiembre de 2025 trascendió otra reunión entre Zapatero y Puigdemont, también ligada al apoyo de Junts a los Presupuestos de 2026. El PSOE confirmó el encuentro, aunque sin dar detalles de lugar ni contenido, mientras que otros medios lo situaron en Suiza, en presencia del mediador internacional y con los Presupuestos como asunto central.​

Durante esas fechas, Zapatero insistió en diversos foros en que sus contactos buscaban “normalizar el diálogo político” y consolidar un “gran pacto de Estado” con Junts, en paralelo a la ley de amnistía. El expresidente defendió públicamente la mediación internacional y subrayó que “las conversaciones discretas y los acuerdos públicos” son una seña de identidad del actual Gobierno.