Salud

El Gobierno destaca la demora en el diagnóstico de enfermedades crónicas de mujeres por su "papel de cuidadoras"

- Admite un "problema gordo" porque a veces "intentan minimizar los primeros síntomas" al tener que atender a la familia

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/TotalesPOPmujeryenfermedad

MADRID
SERVIMEDIA

La directora general de Salud Pública del Gobierno de España, Pilar Aparicio, aseguró este jueves que una de las causas en la demora del diagnóstico de enfermedades crónicas a las mujeres se produce porque éstas “minimizan sus síntomas” y priorizan su papel de cuidadoras con respecto al de pacientes.

Lo dijo en un Desayuno POP organizado en Servimedia bajo el título ‘Mujer y enfermedad: retos de salud en España’, donde coincidió con la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, Carina Escobar, en el doble papel de cuidadoras y pacientes que tienen las mujeres, que las hace priorizar los cuidados con respecto a los síntomas propios.

El evento también contó con la participación de la directora general de Planificación, Eficiencia Tecnológica y Atención al Paciente de la Generalitat Valenciana, María Llanos Cuenca; con la tesorera del Consejo General de Trabajo Social (CGTS), Raquel Millán; con la secretaria del Grupo de Trabajo de Atención a la Mujer de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Nuria Pascual; y con la jefa de Servicio de Coordinación de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta de Andalucía, Teresa Campos.

Escobar adujo que las mujeres a veces "no vemos la urgencia" de algunos síntomas y por eso "nos cuesta más" acudir al médico. En este sentido, señaló que en muchos casos ese comportamiento se "condiciona" por el rol que habitualmente juegan las mujeres al cuidar al resto de las personas del ámbito familiar.

La directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad compartió con la presidenta de la POP que "hay un problema gordo" con la detección de enfermedades en las mujeres, en comparación con los hombres, ya que "en su papel de cuidadoras" se centran primero en la atención a los demás y en determinadas situaciones "intentan minimizar los primeros síntomas" de las patologías que les aparecen a ellas.

Todas ellas abordaron las diferencias entre sexos en el acceso a ensayos clínicos y la presencia que en ellos tienen las mujeres, la maternidad o la conciliación, teniendo en cuenta como figura transversal estos dos roles que ejercen las mujeres.

El desayuno informativo abordó, en primer lugar, la demora en el diagnóstico de enfermedades crónicas de las mujeres, que un estudio de la POP de 2020 cifró en 6 años mientras que los hombres tardaban una media de 3,2 años en recibir ese mismo diagnóstico. A este respecto, Escobar aludió a las diferentes situaciones que influyen, e incidió en aquellas con una base social de cómo se cuidan las mujeres y cómo cuidan a otros, que no vean las urgencias en algunos síntomas, que les cueste acudir a los profesionales para que éstos les brinden la atención que requieren o que prioricen los cuidados que están ofreciendo sobre los síntomas que están padeciendo.

“Cuando las mujeres estamos a cargo de otros, no vemos la urgencia de nuestros síntomas”, explicó. “Nuestro rol de cuidadoras hace que muchas veces consumamos energías en cuidar a una persona mayor o a un menor y eso condiciona nuestro estado de salud y nuestro autocuidado”, añadió.

La presidenta de esta organización de pacientes crónicos señaló la diferencia de síntomas entre hombres y mujeres, así como las evidencias y el trato de las mujeres en toda su complejidad, “atendiendo al aspecto biopsicosocial que hay que tratar”.

Para evitarlo, Aparicio señaló la importancia que tienen las organizaciones de pacientes e hizo hincapié en el trabajo de la POP, al tiempo que manifestó su intención de incorporarlas a un consejo consultivo, mediante la nueva Ley para la Equidad Sanitaria, en el que contará con su opinión para beneficiar al Sistema Nacional de Salud.

“Creo que es un elemento y un paso que será importante porque las plataformas serán una parte activa”, arguyó al subrayar el papel que ejercen las organizaciones de pacientes en ámbitos como la formación.

La representante del Gobierno reconoció la situación de desigualdad que se da en la actualidad, entendiendo el género como principal determinante social de la salud, y, en este sentido, aseguró que “recorre todos los procesos de forma transversal”. Asimismo, destacó el papel de los profesionales sanitarios en las enfermedades cardiovasculares, “que incluso ha permitido trabajar en una estrategia para abordarlas que se presentará próximamente en el Consejo interterritorial”, y se mostró de acuerdo con Escobar en que las mujeres acuden más tarde y minimizan sus síntomas.

Sin embargo, señaló a algunos profesionales, que, a su juicio, retrasan los diagnósticos al estar más acostumbrados a que estos procesos agudos sean más frecuentes en varones que en mujeres. “Reconocer ese margen de mejora es importantísimo, concienciarnos a todos los profesionales sanitarios, pacientes y ciudadanía en la importancia de conocer los síntomas para conocer ese diagnóstico es fundamental”, agregó, poniendo en valor la colaboración del Ministerio con los expertos, organizaciones de pacientes y comunidades autónomas que posteriormente se plasman en sus programas.

DIFERENCIA ENTRE GÉNEROS

En el caso de la Junta de Andalucía, Teresa Campos aseguró que esta administración es consciente de esta diferencia entre géneros como un factor fundamental en el abordaje de lo concerniente a la salud y explicó que, precisamente por esta causa, en 2018 la Junta hizo un análisis de la situación que les permitiera saber el nivel de afección del género. Pese a ser un estudio que la Junta de Andalucía pretende actualizar, Campos destacó de él que permitió “poner negro sobre blanco la situación”, mostró datos que ya se conocían y destacó la especial prevalencia que tenían en las mujeres las enfermedades musculoesqueléticas y reumatológicas, así como aquellas relacionadas con la salud mental, como la depresión o la ansiedad.

Asimismo, subrayó la importancia que tienen a la hora de padecer estas enfermedades otros factores, como la situación socioeconómica y el nivel educativo de las pacientes, y puso de manifiesto los diagnósticos diferenciales de estas patologías que precisan alta o media intervención a cargo de los profesionales de Atención Primaria, quienes podrían derivar de forma rápida a los servicios especializados, como la fisioterapia.

María Llanos, por su parte, señaló la prioridad de identificar los factores de desigualdad para evitarla y “conseguir que se disminuya al máximo”. En este sentido, aseguró que la Generalitat Valenciana ha establecido diferentes rutas asistenciales dependiendo de las patologías que estas abordaban, como las insuficiencias cardiacas, el asma o la diabetes.

Además, subrayó la importancia “crítica” de mejorar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales, definir las consultas de alta resolución y “tratar de marear lo menos posible al paciente”.

A su vez, señaló los determinantes sociales que afectan a las mujeres “y tienen que ver en lo que hacemos y cómo nos movemos”, y puso en valor la existencia de las Unidades de Igualdad, que, por un lado, podrían formar en materia de igualdad; y, por otro, incluir esa perspectiva “para identificar qué problemas o desviaciones se están dando”.

ENSAYOS CLÍNICOS

El evento también abordó la participación de las mujeres en ensayos clínicos. Escobar manifestó la importancia de incluir a las mujeres en todas sus fases, incluso en la definición “para establecer necesidades no cubiertas en la mujer”, señaló la importancia de tener la posibilidad de acceder a mejor investigación y a fármacos, y recordó que solo un 54% de los medicamentos que aprueba la Agencia Europea del medicamento (EMA) llegan a España.

Pese a que Pilar Aparicio se mostró de acuerdo con ella en el menor número de mujeres que participan en ensayos clínicos, puso en valor el trabajo que en esta línea viene realizando el Instituto de Salud Carlos III, cuyo esfuerzo destacó no solo por la incorporación de mujeres, sino porque la institución garantiza esa participación durante todo el proceso; y señaló ejemplos como las vacunas contra la covid-19, en cuyos ensayos se incorporó a las mujeres y con bastante éxito y que tienen más implantación en ellas en algunas franjas de edad, como aquella que abarca a la población que tiene entre 20 y 30 años.

En la misma línea se manifestó María Llanos, quien recordó que un real decreto de 2015 sobre los ensayos clínicos aborda la inclusión en ellos de grupos como los niños, las mujeres o los mayores e incluye un apartado específico de fomento de la investigación en medicamentos huérfanos; o Raquel Millán, quien pidió tener en cuenta en los ensayos clínicos una mirada enfocada a “los factores que dificultan llevar a cabo esos tratamientos”, aparte de la perspectiva biologicista.

MATERNIDAD

El último bloque del desayuno informativo versó sobre la maternidad y la conciliación y el papel que en este sentido ejercen las mujeres, con especial atención a aquellas con enfermedades crónicas.

En este sentido, la presidenta de la POP señaló la importancia de sufrir enfermedades crónicas en la decisión de ser madre "tanto en el presente como de cara al futuro”, en sus consecuencias y en la preparación del menor para convivir con esta situación, aunque aseguró que, en su caso, como madre adoptiva de una niña, la enfermedad crónica le permitió “saber como cuidarse ella mejor para poder cuidar mejor a su hija”.

“Es un aprendizaje para todos que creo que nos mejora y nos hace más solidarios, que a ella le servirá en el futuro en nuevas situaciones. Tenemos que innovar en la forma de cuidar”, agregó.

Pilar Aparicio puso en valor el papel capital que tiene la administración a la hora de desarrollar normas que posibiliten la conciliación, y subrayó el papel de cohesión que tienen las administraciones que intentan coordinar y tratan de que la respuesta se dirija a todas las personas, “para conseguir que todo el proceso, desde el embarazo hasta el posterior control en ‘el niño sano’, permita conciliar”.

No obstante, reconoció que “a nivel laboral todavía nos queda mucho”, y aseguró que son las administraciones las que “deben tender el guante” para posibilitarlo, algo con lo que Teresa Campos se mostró de acuerdo.

Así, la experta de la Junta de Andalucía insistió en las mismas ideas planteadas por la directora general, puso en valor la nueva ‘Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva’ que la Junta está desarrollando; y subrayó los grandes márgenes de mejora que, a su juicio, pueden ejecutarse a nivel asistencial.

Por último, la experta ahondó en la posibilidad de avanzar en el abordaje de la maternidad en diferentes grupos poblacionales, como las mujeres con discapacidad y problemas de salud mental. “Sería una forma de intentar tener una mayor equidad en el acceso a ese deseo y sueño de la mujer”, remachó.

(SERVIMEDIA)
03 Mar 2022
SDM/pai/clc