Este decreto es de aplicación a los que, en el momento de finalizar su relación de servicios con las Fuerzas Armadas se encuentren en situación de incapacidad temporal por accidente o enfermedad derivada del servicio, o en situación de embarazo, parto o posparto. También a los alumnos aspirantes a militar profesional de tropa y marinería que se encuentren en situación de incapacidad temporal derivada del servicio.

En tales casos, salvo renuncia expresa, el compromiso con las Fuerzas Armadas se prorroga hasta terminar la situación de incapacidad temporal. Si ésta se prolongara en el tiempo y tuviera una duración superior a un año, o se presumiera que va a tener carácter definitivo, se inicia expediente de invalidez por insuficiencia de condiciones psicofísicas, manteniéndose el afectado en la misma situación hasta que se resuelva dicho expediente.

La protección en situaciones de embarazo, parto o posparto, abarcará el periodo comprendido entre la certificación facultativa del embarazo y las dieciséis semanas posteriores al parto.

El real decreto regula, asimismo, el procedimiento para efectuar un control y seguimiento de estas bajas temporales.

Con esta disposición también se da una respuesta a la Recomendación que el Defensor del Pueblo había transmitido al Ministerio de Defensa sobre la necesidad de aprobar una nueva normativa que corrigiera la situación de desprotección en la que se colocaba el militar profesional que, en el momento de finalizar su compromiso con las Fuerzas Armadas, se encontrase de baja médica por insuficiencia temporal de condiciones.

El colectivo de militares de tropa y marinería, al que mayoritariamente va dirigido el real decreto recién aprobado, se ha ido potenciando y aumentando en el último año al haberse hecho más atractiva y prolongada su carrera profesional. En la actualidad cuenta con 78.000 efectivos.