Así lo señala la Federación de Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT) en un comunicado, en el que explica que en la reunión mantenida ayer con los responsables del Departamento que dirige Miguel Sebastián, los sindicatos exigieron al Gobierno que "se oponga frontalmente a la política de despidos planteada por Nissan, dado que es injustificable e inadmisible que la marca que más crece en ventas en España (un 40%) y en Europa (un 16%) realice una 'declaración de guerra' a los trabajadores".

En la reunión, a la que asistieron la secretaria general del Ministerio, Teresa Santero, y el director general de Industria, Jesús Candil, el Gobierno informó a los representantes sindicales del contenido de las entrevistas que el ministro de Industria ha mantenido en París con el presidente de Renault y Nissan, Carlos Ghosn, y las que ha tenido en España con los responsables de las plantas catalanas.

En este sentido, el Ministerio subrayó el acuerdo alcanzado con la compañía automovilística para la constitución de un grupo de trabajo para la búsqueda de alternativas de futuro, como el desarrollo de los vehículos eléctricos.

Por su parte, MCA-UGT reitera que a la planta de la Zona Franca (Barcelona), que hace dos años estaba considerada como la más productiva de Europa en la categoría de furgonetas de una tonelada, "no se le puede pagar ahora con 1.680 despidos, en lo que constituye una clara estrategia de deslocalización".

"Finalmente, exigimos a Nissan el cumplimiento de los compromisos con los trabajadores y con la sociedad española y catalana, que han puesto mucho dinero en ayudas públicas para que ahora 'salgan de rositas", añade el sindicato.