Así lo indicó en el discurso de clausura de la asamblea anual de la patronal que representa a las grandes empresas de la distribución como Alcampo, Carrefour o El Corte Inglés.

Merry del Val señaló que “muchas veces” parece que las empresas “han quedado reducidas a un conjunto de sujetos pasivos cuya única función es pagar impuestos y cuotas sociales para financiar los Presupuestos”. “Los beneficios empresariales son seriamente cuestionados, olvidando que, sin ellos no es posible la inversión”, denunció.

Para el presidente de Anged, esta “confusión” produce “fuertes tensiones para la convivencia social y la salud de la economía” como “un cuestionamiento de las instituciones, pilar de nuestro Estado de Derecho”, una “degradación de la política, como herramienta para buscar soluciones”, una “desconfianza de los agentes económicos, ante la falta de estabilidad” y una “pérdida de la reputación internacional de España, construida durante décadas”.

En relación con la situación política actual, deseó “lo mejora para España” y lamentó que el país está “instalado en un confuso debate político desde hace unos años” conformado por “una acumulación de disputas, pulsiones de la confrontación partidista y crisis encadenadas”.

PRODUCTIVIDAD

El presidente de la patronal señaló que esta dinámica “ha monopolizado casi en exclusiva la acción de Gobierno y ha relegado el análisis del sistema productivo español y las medidas para hacerlo más eficiente y competitivo”.

Para Del Val, el resultado “más evidente” de esta “interminable batalla política y del olvido de la competitividad de las empresas” es una “parálisis de reformas y un empobrecimiento de nuestra economía”. El presidente de Anged afirmó que en España “hemos pasado de rozar el sueño de la convergencia en renta per cápita con la media europea a una preocupante decadencia” y recordó que varios países como Lituania o Estonia han superado a España en este indicador.

Así las cosas, el empresario subrayó que en España se ha “olvidado” uno de los “principales problemas estructurales” como es la baja productividad, que se traduce en un “menor crecimiento de las empresas y en un freno para la inversión y el empleo”.

Del Val indicó que “sólo mejorando la productividad de las empresas podemos garantizar un crecimiento sano de nuestra economía a largo plazo, capaz de proveer mejores empleos y proporcionar el máximo nivel de bienestar a sus ciudadanos”.

DEMANDAS

Para lograr ese objetivo, el presidente de Anged apuntó que existen “razones suficientes” para construir un “amplio consenso” sobre las reformas necesarias. Del Val reclamó “menos y mejor regulación” porque la Comisión Europea ha señalado que uno de los factores principales que explican la baja productividad es “la fragmentación del mercado y el exceso de regulación”.

Según Del Val, se trata de un “problema estructural” que afecta a “la seguridad jurídica, la confianza y el crecimiento de las empresas”. Por eso, es “imprescindible abordar una profunda revisión de la normativa, para reducir los costes y favorecer la libertad de empresa”.

Asimismo, reclamó un mercado laboral “más flexible” que necesitan las empresas para “adaptar sus procesos de producción y la organización del trabajo a la complejidad del mercado” y mejorar el sistema educativo con el objetivo de “formar a los millones de perfiles técnicos que necesitan las empresas y crear ecosistemas de innovación que nos ayuden a competir”.

También pidió abordar el reto demográfico a través de un “gran pacto sobre pensiones, natalidad e inmigración que genere certidumbre y evite una escalada de polarización social” y aspirar a un sistema fiscal “previsible, seguro y competitivo, que atraiga la inversión internacional e incentive la creación de empleo”.

AGENDA EUROPEA

Por otro lado, sugirió realizar una “transposición ordenada y homogénea” que “no añada más complejidad y cargas” del “ingente número de complejas reformas legislativas en asuntos clave” como el cambio climático, la economía circular, la energía, las cadenas de producción o los mercados digitales que ha aprobado la Unión Europea en los últimos años.

Del Val señaló que, además, la parálisis política “envía una señal de desconfianza hacia un país que se dirige a un estancamiento debido a la inoperancia de sus responsables políticos a la hora de abordar las grandes reformas pendientes”.

Para el presidente de Anged, una de las cuestiones más importantes es la “definición de una autonomía estratégica europea” que requiere un “ingente esfuerzo” en materias como la defensa, la ciberseguridad, la innovación o las cadenas de producción industriales. Reclamó que España “no debería ausentarse de este debate o adoptar un papel secundario”.

El representante de la patronal subrayó que España tiene “capacidad para, a través de la negociación y el acuerdo, sacar adelante las reformas que necesita el país” como hizo durante la Transición y primeros años de democracia y que ha sido “una fórmula de enorme éxito”. “Construir consensos es una tarea ardua, pero desde luego es más fructífera que la confrontación", finalizó.