Según informó hoy Greenpeace, que se encuentra en la zona para ayudar a los guardacostas a contener la marea negra, se estima que el buque ha vertido ya unos 200.000 litros, causando graves daños al medio ambiente y a los medios de vida de la gente de la zona.

No obstante, Greenpeace teme que "lo peor esté todavía por llegar", ya que quedan 1,9 millones de litros de petróleo en el barco hundido que aún no han sido vertidos al mar.

Por ello, exigió a la compañía Petron, encargada de fletar el barco, que se ocupe de recuperar el pecio del lecho marino o de extraer el petróleo que todavía queda en sus bodegas.

También apuntó la "obligación" de Petron de compensar a las comunidades por los daños ocasionados, así como de diseñar planes de recuperación a largo plazo para apoyarlas.