En su último boletín trimestral, Greenpeace acusa a la Administración de boicotear la energía solar, pese a su limpieza y a que hay en España más de 250 kilómetros cuadados en edificios susceptibles de generar electricidad sin provocar el cambio climático.

Según Greenpeace, "con la energía solar todos los edificios podrían convertirse en mini-centrales eléctricas y producir la cuarta parte del consumo energético del país".

Por esa razón, la organización ecologista "exige la solarización de la red de centros escolares para empezar a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y la energía nuclear".