MADRID

GREENPEACE DENUNCIA EL SECRETISMO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD NUCLEAR Y DE IBERDROLA ANTE UN NUEVO FALLO EN COFRENTES

- Según esta ONG, la central sufrió el mes pasado un incremento de radioactividad en el núcleo que fue silenciado

MADRID
SERVIMEDIA

La organización ecologista Greenpeace aseguró hoy que en el pasado mes de octubre la central nuclear de Cofrentes, en Valencia, sufrió un incremento de radioactividad en el núcleo, indicativo de fallos en el combustible nuclear, unos hechos, denuncia esta ONG, que han vuelto a ser silenciados por el Consejo de Seguridad Nuclear e Iberdrola.

"El Consejo de Seguridad Nuclear e Iberdrola han vuelto a guardar silencio ante estos nuevos incidentes haciendo gala de su habitual secretismo", asegura Greenpeace en un comunicado.

Según explica, los pasados días 15 a 17 de noviembre la central nuclear de Cofrentes (Valencia) se vio obligada a funcionar a media potencia para encontrar fallos en el combustible nuclear porque se había observado un incremento de radiactividad en el refrigerante del reactor.

Este aumento del nivel de actividad en el agua del circuito primario (el refrigerante) suele ser indicativo de la existencia de combustible fallado en el núcleo de uranio que alberga la vasija del reactor, indica el escrito.

"A pesar de la incidencia potencial en la seguridad de la central nuclear, de la existencia de fallos en el combustible, ni Iberdrola, propietaria de esta instalación atómica, ni el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) han informado a la opinión pública de este problema, haciendo gala otra vez de su secretismo", insiste la ONG.

Para la organización ecologista, este hecho incide nuevamente en "la falta de seguridad" de la central nuclear de Cofrentes y en "la falta de transparencia" de la industria nuclear y en "la connivencia" del CSN con esta industria a la hora de no informar a los ciudadanos de los problemas de seguridad de las centrales nucleares y de minimizar su importancia.

Por todo ello, anuncia que se dirigirá al CSN para que informe con detalle de este suceso y de sus implicaciones de cara a la seguridad y reitera su opinión de que las centrales nucleares "son instalaciones que pertenecen al pasado, muy peligrosas y que emiten radiaciones que producen efectos nocivos para los trabajadores, el público y el medio ambiente". "El Gobierno socialista debe cerrarlas cuanto antes, tal como se comprometió el presidente Zapatero", concluye Greenpeace.

(SERVIMEDIA)
01 Nov 2005
B