Pastor dijo que ha escrito una carta al rey en nombre de Greenpeace para evitar confusiones y felicitarle por el contenido de su discurso en la sesión inaugural, puesto que se basaba en la necesidad de defender el medio ambiente".

El presidente de Greenpeace España dijo que a pesar del éxito de la acción protagonizada por los dos escaladores de la organización, "estamos un poco frustados porque toda la atención se ha centrado en los posibles fallos que pudo haber en los servicios de seguridad, cuando nuestro único próposito es poner en evidencia al Banco Mundial y sus proyectos, muchos de los cuales contribuyen a destruir la capa de ozono".

Asimismo, señaló que no l extrañó la reacción de las fuerzas políticas españolas, preocupadas por los posibles fallos de seguridad, sin referirse en ningún momento a la denuncia que formuló Greenpeace y los problemas que padece la capa de ozono.

Xavier Pastor compareció en rueda de prensa junto al australiano Peter Morris y el británico John Desmond Mead, los dos escaladores profesionales que protagonizaron la acción. El último aparecía con un hematoma en su ojo izquierdo, fruto, según aseguró, de los golpes que recibió cuand eran trasladados a comisaría por las fuerzas de seguridad.

Peter Morris manifestó que durante el trayecto fueron arrojados al suelo del furgón policial y golpeados por "dos o tres" policías".

Morris explicó que "siempre que llevamos a cabo una acción de este tipo sabemos que conlleva un riesgo físico. Sin embargo, en esta ocasión usaron la violencia de forma absolutamente injustificada porque nos entregamos voluntariamente y sin utilizar ninguna forma de violencia".

Los dos miembros de Greepeace habían visitado el auditorio hace un mes para preparar la acción, con motivo de la celebración de un festival de moda.

El día de la inauguración seis miembros de Greenpeace se encontraban en la sala donde se celebró el acto de inauguración de la asamblea.

DESTRUCCION DE LA CAPA DE OZONO

Morris y Mead entraron con acreditación de periodistas. En el cuerpo llevaban enrrolladas las cuerdas y los mosquetones iban enganchados a cámaras fotográficas, motivo por el que pasaron desapercibidos.

Una vez dentro, la experiencia de los dos escaladores profesionales hizo que en cuestión de segundos se encaramaran al techo del auditorio y desplegaran una pacarta pidiendo el cese de la destrucción de la capa de ozono en cuestión de segundos.

Greenpeace ha pedido al BM que detenga la financiación de proyectos que contemplen el uso indiscriminado de CFCs y HCFCs, gases destructores de la capa de ozono.

Según los datos de la organización ecologistas, el 75 por ciento de las subvenciones del Bano Mundial en el sector de las espumas apoya tecnologías que destruyen la capa de ozono.