A pesar de que advirtió a los periodistas que no quiere interferir en las luchas internas, sí afirmó que "no tiene fundamento" la acusación de seguir la estrategia de IU, que los críticos hacen a Cándido Méndez. "Creo profundamente en la autonomíade UGT, y creo que si algo está haciendo Cándido Méndez es mantener esa autonomía", indicó.

El Ejecutivo, explicó Griñán, estima que lo más importante en este momento para el sindicato es la "estabilidad". Por eso, añadió, "No quiero entrar en lo que puedan ser debates internos de una organización que ha de funcionar con absoluta autonomía, pero sí creo, como persona muy comprometida con UGT, que es bueno que vuelva a ser lo que siempre ha sido: el sindicato más representativo de los trabajadores espaoles", advirtió.

Preguntado por cómo han sido sus relaciones con el secretario general del sindicato, Cándido Méndez, en el año que lleva este en el cargo, el ministro de Trabajo intentó evitar pronunciamientos en favor de unos u otros con una respuesta irónica, "muy bien, gracias".

"No tengo ningún problema en decirles que Cándido Méndez, además de secretario general de UGT, es amigo personal del ministro de Trabajo", añadió.

En la misma línea, el responsable de temas laborales en la Ejecutva Federal del PSOE, Alejandro Cercas, que asistió a la reunión del ministro con el Grupo Socialista, afirmó que desde el partido se ha mantenido siempre la decisión de "no inmiscuirnos para nada" en lo que sucede en UGT.