En una entrevista concedida a Servimedia, negó la posibilidad de que el titular de Economía tuviese la intención de incluir en la reforma un mayor abaratamiento del despido y añadió que "si he sido confortado por alguien en una reforma tan dura ha sido con Solbes. Sería undisparate pensar que Solbes y yo tenemos alguna discrepancia en este tema".

"Aquí no hay ministros laboralistas y economicistas. Yo soy ministro de Trabajo, lo que supone ser ministro de trabajadores y de empresarios, y mi diálogo es el mismo con unos y otros", observó.

Sin embargo, matizó que "con Serra es distinto porque hay una relación de jerarquía y existe un vínculo de disciplina" y manifestó que en la elaboración de la reforma del mercado y posterior discusión en el pasado Consejo de Minisros "no hubo discrepancia en materia de despidos. de hecho, al despido sólo se destinó un 2 por cien del tiempo".

"La verdad es que me sorprende, por que se habló muy poco de este tema y luego las cuestiones concretas estaban ya muy vistas", aseguró, mientras rechazaba cualquier tipo de discrepancia en el seno del Gobierno en el conjunto de la reforma laboral.

Según Griñán, la reforma del Estatuto de los Trabajadores "es una decisión madura, no solamente adoptada por un ministro, sino por muchas omisiones" y añadió que asume los documento que aprobó el Consejo de Ministros "de principio a fin".

Aseguró que reducir las indemnizaciones sería "falsear los términos" del debate: "Lo costoso del despido son las ejecuciones provisionales de sentencia".

A DISPOSICION DE LOS SINDICATOS

El ministro de Trabajo aseguró que la flexibilización del mercado laboral pone "a disposición" de los agentes sociales las relaciones laborales, por la relevancia que toma el convenio colectivo, cuyo ámbito normaivo se amplia.

Con la reforma que ayer fue remitida al Consejo Económico y Social para su dictámen, sindicatos y empresarios "estan llamados a hablar entre ellos, no estaremos en un país donde trabajadores y patronos tengan que hablar permanentemente con el Gobierno".

En opinión del ministro, la rigidez del mercado ha provocado que los agentes sociales "miren continuamente los Presupuestos", sin que la negociación colectiva "se enriquezca".

Sobre la oposición de los sindicatos a aceptar las ropuestas del Gobierno, agregó que "el tiempo nos dará la razón" y aseguró que la reforma del mercado laboral será "permanenete: Una reforma para el siglo XXI".